LA DIVINA LITURGIA

DE SAN JUAN CRISÓSTOMO

Misión Ortodoxa en Chile

Rancagua - VI Región - Chile

 

EEE

Editado por el padre Juan Bautista Vásquez Lazo ,  con la colaboración de los hermanos ortodoxos, señores: Doña Nancy Moncayo, Don Alejandro Llano Berrios, y Don Luis Fernando y María Gabriela Vásquez Moncayo, este trabajo está a disposición de todos, en nuestra página Web:

http://www.ortodoxo.cl , http://ortodoxo.tripod.com , http://ortodoxo.tripod.cl

 Se ha tenido como base la versión Serbia en español (de los hermanos ortodoxos del País Vasco) y en inglés, también, han sido fundamentales, las excelentes traducciones en Chile al español, del Doctor José Elías A., así como la versión rusa usada en Chile por el Archimandrita Theodosio, de Santiago de Chile, y  la versión para los fieles de La Iglesia Rusa fuera de las fronteras. y la de la Iglesia Ortodoxa Griega de uso en México, Argentina  y Brasil. 

 

LA DIVINA LITURGIA

 DE SAN JUAN CRISÓSTOMO

Rito de la Proskomidia

Preparación del Sacerdote

Llegada la hora de celebrar, el Sacerdote hace tres inclinaciones ante la Puerta Santa. Invoca el auxilio de la Santísima Trinidad, y reza oraciones preparatorias.

 

Sacerdote:  Bendito sea nuestro Dios, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Oh, Rey Celestial, Paráclito, Espíritu de Verdad, que estás en todas partes, y todo lo llenas. Tesoro de todo lo bueno, y dispensador de la vida; ven y mora en nosotros, purifícanos de toda mancha y salva nuestras almas, oh Bondadoso.

Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros. (3 veces).

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oh Santísima Trinidad, ten misericordia de nosotros. Señor, perdona nuestros pecados, Oh Soberano, absuelve nuestras transgresiones; Oh Santísimo,  mira y sana nuestras debilidades por Tu nombre.

 

Señor, ten piedad de nosotros (3 veces).

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. El pan sustancial nuestro dánoslo hoy, y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.

 

Porque Tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros: Pues, faltos de todo medio de defensa, como a Señor te ofrecemos esta súplica los pecadores; ten piedad de nosotros.

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Señor, ten piedad de nosotros, pues en Ti hemos puesto nuestra confianza. No te irrites demasiado contra nosotros ni te acuerdes de nuestros pecados, más bien, míranos ahora desde los alto con misericordia y líbranos de nuestros enemigos: ya, que Tú eres nuestro Dios y nosotros tu pueblo; todos somos obra de tus manos y hemos invocado tu nombre. ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Ábrenos la puerta de la misericordia, Oh bendita Madre de Dios; no nos perdamos los que confiamos en Ti; por Ti seamos libres de las adversidades, pues Tú eres la salvación del pueblo cristiano.

 

Inclinándose ante Icono de Cristo y besándole dice:

Veneramos tu  imagen, Oh Bueno, pidiendo perdón de nuestras faltas, oh Cristo Dios, pues hecho hombre, te has dignado subir voluntariamente a la Cruz para librar de la esclavitud del enemigo a los que has creado. Por eso, agradecidos, te clamamos:

Todo lo has llenado de alegría, oh Salvador nuestro, al venir a salvar al mundo.

 

Besando el icono de la Theotokos dice:

Tú, que eres fuente de misericordia, júzganos dignos de tu compasión, oh Madre de Dios. Mira al pueblo que ha pecado; muéstranos, como siempre, tu poder, pues esperando en Ti, te decimos como un día Gabriel, el jefe de los ángeles ¡Salve!.

 

Colocándose ante las Puertas Santas en inclinada la cabeza dice el sacerdote             (y el diácono):

Señor, extiende tu mano desde lo alto de tu mansión y fortaléceme para este servicio tuyo, y a fin de que  me acerque sin condenación a tu temible altar y celebre el incruento sacrificio. Pues tuyo es el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

Inclinan la cabeza ante los dos coros y entran en el santuario diciendo.

Entraré en tu casa, te adoraré en tu santo templo, con temor en Ti. Señor, condúceme en tu justicia; a causa de mis enemigos dirige mi camino en tu presencia.

 

 

VESTICIÓN DE LOS ORNAMENTO

 

Habiendo entrado en el santuario hacen tres inclinaciones ante el altar y besan el evangelio, el altar y la cruz. Después toma cada uno en sus manos en "stijario" o alba y hacen tres inclinaciones hacia Oriente, diciendo:

Sacerdote: Oh Dios, sé propicio a mí, que soy pecador, y ten piedad  de mí.

 

El diácono, llevando en su mano derecha el "stijario" y el "orario" o estola diaconal, se acerca al sacerdote e inclinando la cabeza, dice:

Diácono: Bendice, señor, el  "stijario" y el "orario".

 

El sacerdote dice:

Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Bendice también su propio "stijario", repitiendo la misma fórmula.

Uno y otro se revisten el "stijario", diciendo:

Sacerdote (y diácono):  Mi alma se regocijará en el Señor, pues me ha rodeado con una túnica de alegría; como a novio me ha ceñido una corona y como a novia me ha adornado de belleza.

 

El diácono besa su "orario" y lo coloca sobre el hombro izquierdo.

El sacerdote el "epitrajil" o estola sacerdotal, y bendiciéndolo se lo pone, diciendo:

Sacerdote: Bendito sea Dios, derramando su gracia sobre sus sacerdotes como perfume sobre la cabeza, que desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y desciende sobre la orla de su vestido.

 

Después toma el cinturón y ciñéndolo, dice:

Sacerdote: Bendito sea Dios, que me ciñe de fortaleza, y ha hecho inmaculado mi camino, haz que mis piernas sean como las de ciervo y colócame en las alturas.

 

Colocándose las sobremangas, dice al tomar la de la derecha:

Sacerdote: Tu diestra, oh Señor, se glorifica por la fortaleza; tu mano derecha, oh Señor, aniquiló a los enemigos y en la multitud de tu gloria, ha borrado a tus adversarios.

 

Toma la de la izquierda y dice:

Sacerdote: Tus manos me han creado y me han formado; instrúyeme y aprenderé  tus mandamientos.

 

El diácono toma su sobremangas, diciendo las mismas oraciones. Después va a la "prótesis" y dispone convenientemente los vasos sagrados, colocando el santo "disco" o paterna a al izquierda, y el santo cáliz a la derecha, y las demás cosas con aquéllas.

 

Si el sacerdote tiene algún cargo o dignidad eclesiástica, toma el "nabiédrennik" y besándolo, dice:

Sacerdote: Ciñe tu espada sobre tu muslo, oh Poderoso, con tu belleza y con tu hermosura; avanza, prospera y reina por la verdad, la dulzura y la justicia; y te guiará maravillosamente tu diestra en todo tiempo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Luego toma el "felonio" o casulla, y bendiciéndolo, lo besa mientras dice:

Sacerdote: Tus sacerdotes, Señor, se revestirán de justicia y los justos se regocijarán con alegría, en todo tiempo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

LAVADO

 

Lavan sus manos, y dicen: Salmo 25(26)

 

Sacerdote:  Lavaré mis manos entre los inocentes y rodearé tu Altar, oh Señor, para oír la voz de tu alabanza y narrar todas tus maravillas. Señor, he amado el decoro de tu casa y el lugar de la habitación de tu gloria. No  pierdas con los impíos mi alma  ni con los hombres sanguinarios mi vida, en cuyas manos hay  maldad, y su diestra está llena de sobornos; pero yo he caminado en mi inocencia. Líbrame, Señor y ten  piedad de mí. Mi pie se ha detenido en la rectitud; en las asambleas te bendeciré, Señor

 

 

PREPARACIÓN DE LOS ELEMENTOS DEL SACRIFICIO

 

Ordena con devoción los elementos litúrgicos, diciendo:

Sacerdote: Prepárate, oh Belén, porque el Edén está abierto para todos.

Prepárate Efrata, porque en la gruta,  el árbol de la vida ha florecido de la Virgen.

 

El sacerdote y el diácono van a la Prótesis o pequeño altar; hacen unas tres inclinaciones diciendo:

Oh Dios, sé propicio a mí, que soy pecador, y ten piedad de mí.

Nos has rescatado de la maldición de la ley con tu preciosa sangre; clavado en la Cruz y traspasado con la lanza, hiciste brotar la inmortalidad para los hombres. Oh Salvador nuestro, gloria a Ti.

 

Diácono:  Bendice, señor

 

Sacerdote:  Bendito sea nuestro Dios, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

El sacerdote toma con su mano izquierda la Prósfora o pan y en la mano derecha la lanza, hace con ella tres veces la señal de la Cruz, sobre el pan o Prósfora y dice:

Sacerdote: En memoria de Nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo.

 

Después  clava la lanza en la parte derecha del sello de la "prósfera" y, cortando, dice:

Sacerdote: Como una oveja fue conducido al matadero.

 

Luego, en la parte izquierda:

Sacerdote: Y como cordero inmaculado, mudo delante del que lo esquila, no abre su boca.

 

En la parte superior:

Sacerdote: En su humildad fue levantado su juicio.

 

En la parte inferior:

Sacerdote:¿Quién narrará su generación?

 

El diácono dice a cada corte, mientras tiene el "orario" en la mano:

Diácono: Roguemos al Señor.

 

Después dice: Toma, señor.

 

El sacerdote, metiendo la santa lanza oblicuamente por la parte derecha de la "prósfora", levanta el santo pan, diciendo:

Sacerdote: Porque su vida es levantada de la tierra.

 

Y coloca la "prósfora" vuelta hacia arriba. Dice el diácono:

Diácono: Inmola, señor.

 

El sacerdote lo corta en forma de cruz, diciendo:

Sacerdote: Es inmolado el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, por la vida y salvación del mundo.

 

Y vuelve hacia arriba la otra parte que tiene la cruz

 

Y el diácono dice::

Diácono: Híere, señor.

 

El sacerdote, clavando la lanza en la parte derecha, dice:

Sacerdote: Uno de los soldados con la lanza clavó su costado, y en seguida salió sangre y agua; y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero.

 

El diácono, tomando vino y agua, le dice:

Diácono: Bendice, señor, la santa unión.

 

Después de bendecir el agua y el vino, vierte en el santo cáliz vino junto y un poco de agua.

El sacerdote, toma en la mano la segunda “prófora”, y dice:

Sacerdote: En honor y memoria de la muy bendita, Señora nuestra, Madre de Dios y siempre Virgen María, por cuya intercesión recibe, Señor, este sacrificio en tu celestial altar.

 

Y tomando una partícula, la coloca a la derecha del santo pan, cerca del medio, diciendo:

Sacerdote: Se ha presentado la Reina a tu derecha, vestida de un vestido dorado, muy engalanada.

 

Toma también la tercera "prósfora", y dice:

Sacerdote: En honor y a la memoria de los grandes jefes de las legiones angelicales Miguel, Gabriel y Rafael y todos los poderes celestiales e incorpóreos.

 

Y tomando la primera partícula, la coloca a la parte izquierda del santo pan y, empezando la primera fila, dice:

Sacerdote: En memoria del honorable y glorioso profeta, precursor Juan Bautista.

En memoria de los santos y gloriosos profetas; Moisés y Aarón, Elías y Eliseo, David el de Jesé; de los tres santos jóvenes y del profeta Daniel, y de todos los santos profetas.

 

Tomando otra partícula, la coloca y dice:

Sacerdote: En memoria de los santos, célebres y gloriosos apóstoles, Pedro y Pablo, y de todos los demás santos apóstoles.

 

Y coloca la tercera partícula junto a la segunda, terminando la primera fila. Después dice:

Sacerdote: En memoria de nuestros santos padres: Basilio el Grande, Gregorio el Teólogo y Juan Crisóstomo; Atanasio y Cirilo; y de todos los Santos Padres Jerarcas.

 

Y tomando la cuarta partícula, la coloca junto a la primera, comenzando la segunda fila. Y dice:

Sacerdote: En memoria del santo apóstol, protomártir y archidiácono Esteban, de los grandes santos mártires: Demetrio, Jorge, Teodoro el de Tiro y de todos los santos mártires; y de las mártires: Tecla, Bárbara, Siríaca, Eufemia, Parasceve y Catalina, y de todas las santas mártires.

 

Tomando la quinta partícula, la coloca al lado de la primera fila, comenzando la segunda fila, y dice:

Sacerdote: En memoria de nuestros venerables y teóforos padres: Antonio, Eutimio, Sabas, Honofre, Atanasio el Atonita, dos los venerables padres, y de las venerables madres: Pelagia, Teodosia, Anastasia Eufrasia, Febronia, Teodulia, Eufrosina, María Egipcíaca, y de todas las santas venerables madres.

 

Y tomando la sexta partícula, la coloca detrás de la segunda, terminando la segunda fila. Después dice:

Sacerdote: En memoria de los santos y taumaturgos anárgiros Cosme y Damián, Ciro y Juan, Panteleímon y Hermolao, y de todos los santos anárgiros.

 

Tomando la séptima partícula, la coloca arriba, comenzando la tercera fila ordenadamente. Luego dice:

Sacerdote: En memoria de los santos y justos padres Joaquín y Ana; del santo del día y del titular de la iglesia. Y de todos los santos, por cuyos ruegos visítanos, oh Dios.

Coloca la octava partícula al lado de la primera mera ordenadamente, y dice:

Sacerdote: En memoria de nuestro padre entre los santos Juan, arzobispo de Constantinopla, el Crisóstomo.

 

Y tomando la novena partícula, la coloca al final de la tercera fila, ordenadamente. Después, tomando la cuarta "prósfora", dice:

Sacerdote: Acuérdate, Señor, amante de la humanidad, de todo el Episcopado ortodoxos, de nuestro Obispo...  del venerable presbíterado, del diaconado en Cristo y de todo el clero; (si hay concelebrantes) de nuestros hermanos concelebrantes , sacerdotes, diáconos y de todos nuestros hermanos, que has llamado a tu comunión por tu misericordia, oh bondadoso Señor.

 

Y tomando una partícula, la coloca junto al santo pan. Después hace mención de las autoridades, diciendo:

Sacerdote: Acuérdate, Señor, de las autoridades que nos gobiernan y de todo el ejército.

 

Después hace conmemoración de los vivos por los que quiere rogar, citándolos por el nombre: por cada uno toma una partícula, diciendo:

Sacerdote: Acuérdate, oh Señor, de...

 

Y tomando las partículas, las coloca junto al santo pan.

 Luego toma la quinta "prósfora", y dice:

Sacerdote: En memoria y remisión de los pecados de los muy santos patriarcas, de los ortodoxos y piadosos reyes y de las piadosas reinas, de los bienaventurados fundadores de este templo.

 

Después conmemora al obispo que lo ha ordenado, y a todos los difuntos que desee, por su nombre. Al citar a cada uno, toma una partícula, diciendo:

Sacerdote: Acuérdate, Oh Señor de...

 

Finalmente dice:

Sacerdote: Y de todos nuestros padres y hermanos ortodoxos que han muerto con la esperanza de la resurrección a la vida eterna, y en comunión, oh Señor amante de los hombres.

 

Toma una partícula. dice:

Sacerdote: Acuérdate, oh Señor, de mi indigno, y perdóname toda falta, voluntaria e involuntaria.

 

Y toma otra partícula. Tomando la esponja recoge las partículas en el "disco" en la parte inferior del santo pan, de modo que estén seguras, y no caiga nada.

 

Luego el diácono toma el incensario y, echando incienso, dice al sacerdote:

Diácono: Bendice, señor, el incienso.

 

Diácono: Roguemos al Señor.

 

El sacerdote bendice el incienso diciendo:

Sacerdote: Te ofrecemos, oh Cristo, Dios nuestro, incienso en olor de fragancia espiritual; recíbelo en tu altar celestial y envíanos la gracia a tu santísimo espíritu.

 

Diácono:  Roguemos al Señor.

(Si la Divina Liturgia va ser celebrada por el Obispo, la Protesis se interrumpe por el sacerdote que oficia, después de concluir estos recuerdos. Cubre la patena y el cáliz sin decir las oraciones; y será concluida por el propio obispo durante el Keruvicon, el cual sacará partículas de la prósforas por sus propias intenciones y por el clero concelebrante, proseguirá con la bendición del incienso, colocación de las estrellas, velos y oración de ofertorio).

 

El sacerdote, incensado el "asterisco", lo coloca sobre el santo pan, diciendo:

Sacerdote: Y habiendo venido la  estrella, se colocó sobre donde estaba el Niño.

 

Diácono: Roguemos al Señor.

 

El sacerdote, habiendo incensado el primer velo, cubre con él el santo pan y el "disco", diciendo:

Sacerdote: El Señor ha reinado, se ha revestido de decoro; se revistió el Señor de fortaleza y se ha ceñido. Ha asegurado el trono y no se moverá. Preparado está su trono en todo tiempo.

Diácono: Roguemos al Señor. Cubre, señor.

 

El sacerdote, habiendo incensado el segundo velo, cubre el santo cáliz, diciendo:

Sacerdote: Tu virtud, oh Cristo, ha cubierto los cielos y la tierra está llena de tu alabanza.

Diácono: Roguemos al Señor. Cubre, señor.

 

El sacerdote, incensado el tercer velo , cubre ambas cosas y dice:

Sacerdote: Acógenos bajo el abrigo de tus alas, aparta de nosotros todo enemigo y adversario. Pacifica nuestra vida, oh Señor, ten piedad de nosotros y de tu mundo y salva nuestras almas, pues eres bueno y amante de las humanidad.

 

El sacerdote  inciensa el altar de la Prótesis, mientras por tres veces dice:

Sacerdote: Gloria a Ti , y bendito seas, Dios nuestro, que lo tengas a bien.(3 veces)

 

El diácono agrega cada vez:

Diácono: Perpetuamente, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces)

 

Inclinándose reverentemente por tres veces, el diácono dice:

Diácono: Por los santos dones ofrecidos, roguemos  al Señor.

 

El sacerdote, tomando el incensario. Dice la oración de La Prótesis"

Sacerdote: Oh Dios nuestro, que has enviado el pan celestial, alimento del mundo entero, nuestro Señor y Dios Jesuscristo, que nos bendice y santifica; bendice esta Prótesis y recíbela en tu celestial altar.

Acuérdate, como bueno y amante de la humanidad, de los que la han ofrecido y de aquellos por quienes se ofrece; guárdanos sin condenación durante la celebración de tus divinos  misterios. Porque es santificado y glorificado tu venerable y magnífico nombre, del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por ls siglos de los siglos. Amén.

 

DESPEDIDA DE LA PRÓTESIS

 

 

Sacerdote:  Gloria a Ti, oh Cristo dios, nuestra esperanza, gloria a Ti.

 

Diácono: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Diácono: Señor ten piedad.(3 veces)... Bendice.

 

El sacerdote dice la oración de despedida:

Sacerdote: Cristo que nació en una gruta y se reclinó en su pesebre, nuestro verdadero Dios, (si es Domingo se agrega: "que resucitó de entre los muertos"), por los ruegos de la Purísima Madre de Dios, de nuestro santo padre entre los santos; Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla, y de todos los santos, tenga piedad de nosotros y nos salve, porque es bueno y ama a la humanidad.

 

Diácono:  Amén

 

El Diácono (sacerdote) inciensa la santa Prótesis, inmediatamente inciensa el Altar dando vuelta alrededor de el haciendo la señal de la cruz, y dice en voz baja:

Diácono: (sacerdote) En el sepulcro con el Cuerpo, en el Hades con el Espíritu, en el Paraíso con el Ladrón, y en el Trono con el Padre y el Espíritu Santo, llenando todo, Oh Cristo, Tú eres infinito.

 

El diácono (sacerdote), también dice el Salmo 50(51)

 

SALMO 50 (51)

Apiádate de mí, oh Señor, por tu misericordia,- por tu gran bondad borra mi iniquidad. -  Lávame más y más de mi delito  y purifícame de mi pecado. -  Pues reconozco mis culpas,- y mi pecado está siempre ante mí. -  Contra ti, sólo contra ti he pecado,- he hecho el mal en tu presencia, lo que tú condenas. -  Por eso tu sentencia es justa; irreprochable, tu juicio. -  Mira que en la maldad fui formado, y en pecado me concibió mi madre. -  ¡Oh Tú, que amas la sinceridad del corazón,

descúbreme los secretos de tu sabiduría!. -  Rocíame con hisopo, y quedaré limpio;- lávame, y emblanqueceré más que la nieve.

 Lléname de gozo y alegría;- y que bailen los huesos que moliste. -  Aparta de tus ojos mis faltas,- borra en mí todo rastro de maldad. -  Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,- renueva dentro de mí, un espíritu recto. -  No me arrojes de tu presencia,- y no quites de mí tu santo Espíritu. -  Devuélveme el gozo de tu salvación,- y en espíritu generoso afiánzame;- enseñaré a los rebeldes tus caminos,- y los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la muerte, ¡oh Dios!. -  Dios de mi salvación,- y cantará mi lengua Tu justicia. -  Abre, Señor mis labios, y cantará mi boca Tus alabanzas,- Porque no es sacrificio lo que Tu quieres; si te ofreciere holocaustos, no los aceptarías. - El sacrificio grato a Dios es un corazón arrepentido. Tu, ¡oh Dios! - No desprecias un corazón contrito y humillado. -  Señor, en tu bondad favorece a Sión; vuelve a levantar los muros de Jerusalén. -  Entonces te agradarán los sacrificios justos,-  holocausto y oblación entera, se ofrecerán novillos en tu altar.

 

Luego de haber incensado el santuario, y todo el templo, vuelve  de nuevo al Santuario; de nuevo inciensa el Altar, y al sacerdote, devuelve el incensario a su sitio, se acerca al sacerdote, y juntos delante del Santo Altar, hacen tres inclinaciones, diciendo en voz baja:

Sacerdote y Diácono: Oh Rey celestial, Paráclito, Espíritu de Verdad, que estás en todas partes, y llenas todas las cosas. Tesoro de todo lo bueno, y dispensador de la vida, ven y habita en nosotros, purifícanos de toda iniquidad y salva nuestras alma, oh bondadoso.

 

En voz normal:

Sacerdote: Gloria a Dios en las alturas y en la tierra Paz, a los hombres de buena voluntad. (2 veces)

Señor, abrirás mis labios y mi boca proclamará tu alabanza

 

El sacerdote besa el libro de los santos Evangelios; el diácono besa el Altar, luego el díacono reverentemente se acerca al sacerdote y con el Orario tomado con tres dedos de la mano derecha, le dice al sacerdote:

Diácono: Es tiempo de celebrar, bendice padre...

 

Sacerdote (bendiciendo) Bendito sea nuestro Dios, perpetuamente, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Diácono: ruega por mí, señor.

 

Sacerdote: Que el Señor guíe tus pasos.

 

Diácono: Acuérdate de mí, señor.

 

Sacerdote: Que se acuerde de tí, el Señor Dios en su Reino, perpetuamente, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.

 

Diácono: Amén.

Reverentemente se inclinan y salen por la Puerta Norte.

 

GRAN DOXOLOGÍA

 

Sacerdote: Gloria a Ti que nos mostraste la Luz.

Coro:

1.- Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres de

     buena voluntad.

2.- Te alabamos, Te bendecimos, Te adoramos , Te glorificamos, Te

     damos gracias, por tu inmensa gloria.

3.- Señor, Rey celestial, Padre omnipotente; Señor, Hijo Unigénito: Jesucristo

      y Espíritu Santo.

4.- Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, Tú que quitas los pecados

    del mundo ten piedad de nosotros. Tú que quitas los pecados del mundo.

5.- Recibe nuestras súplicas Tú que estás sentado a la diestra del Padre,

    ten piedad de   nosotros.

6.- Porque Tú solo eres Santo, Tú solo eres el Señor Jesucristo en la gloria

    del Dios Padre. Amén.

7.- Todos los días Te bendeciré y alabaré tu nombre por los siglos de los siglos.

8.- Dígnate, Señor, presérvanos en este día sin pecado.

9.- Bendito eres Tú, oh Señor, Dios de nuestros padres; alabado y glorificado sea

     tu nombre por los siglos. Amén.

10.- Que tu misericordia, Señor, sea con nosotros de acuerdo a nuestra

       confianza en Ti.

11.- Bendito eres, Tú, Señor enséñame tus mandamientos (3 veces).

12.- Señor, Tú has sido nuestro refugio de generacion en generacion. Yo dije: Señor,

      ten misericordia de mí, y sana mi alma porque he pecado contra Ti.

13.- Señor a Ti acudo, enséñame a cumplir tu voluntad, porque Tú eres mi Dios.

14.- Pues de Ti viene el manantial de vida y en tu luz veremos la luz.

15.- Extiende Tu misericordia a los que Te conocen.

16.- Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal ten piedad de nosotros (3 veces).

17.- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

18.- Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amen.

19.- Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

20.- Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

 

 

 

 

  

La Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo

 

 

Liturgia de los Catecúmenos

 

El diácono frente a la puerta real y fuera del santuario y vuelto al oriente, hace tres inclinaciones, persignándose y alzando el orarion con los tres dedos de la mano derecha entona:

Diácono: Bendice, señor.

El sacerdote, elevando el Santo Evangelio   verticalmente, bendice con él, en forma de cruz, el Antimensión, diciendo:

El sacerdote,... Bendito sea el Reino del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

 Coro: Amén.

La Gran Letanía y las Antífonas (*)

 

Diácono: En paz roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad... (En griego: Kirie, Eleison)

 

Diácono: Por la paz que viene de lo alto, y la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por la paz del mundo entero, el bienestar de las Santas Iglesias de Dios, y la unidad de todos los cristianos, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por este santo templo y por los que entran en él con fe, devoción y temor de Dios, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por el santo Patriarca,....por nuestro padre Arzobispo Metropolitano ..., por nuestro Obispo (Arzobispo) ... , por los honorables presbíteros y, diaconado en Cristo, por todo el clero y por todo el pueblo, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por nuestro País...., sus autoridades y ejércitos,  roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por esta  ciudad ( o por este Monasterio), por todas las ciudades, de nuestro país, y por los fieles cristianos ortodoxos que las habitan, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad

 

 

Diácono: Por un clima favorable, por la abundancia de los frutos de la tierra, y por tiempos pacificos, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por los viajeros, por tierra, mar y aire, por los enfermos, los que sufren, los cautivos y por su salvación, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad

 

Diácono: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten misericordia de nosotros y protégenos, oh Dios, por tu gracia.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Conmemorando a la Santísima, Purísima, Bendita, y Gloriosa Soberana nuestra, la Madre de Dios y Siempre Virgen María, y a todos los Santos, encomendémonos nosotros mismos, y mutuamente los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios

 

Coro:. A Ti, Oh Señor.

 

Sacerdote (en voz baja): Señor, Dios nuestro, cuyo poder es incomparable, e incomprensible tu gloria, cuya misericordia es ilimitada, e infinito tu amor a los hombres: Míranos Señor con misericordia y a este santo templo, y concede Tu abundante misericordia a nosotros y a aquellos que oran con nosotros......

 

Sacerdote: ...Porque a Ti se debe toda gloria, honor y adoración, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

 

La Primera Antífona

Se puede cantar intercalando los versos del salmo 102 (103) con el himno:

Coro: Por las intercesiones de la Madre de Dios, Oh Salvador, Sálvanos.(3 veces)

Salmo 102 (103)

 Coro:

 Bendice, alma mía, al Señor;

Bendito eres, ¡oh, Señor!

Bendice, alma mía, al Señor,

Y todas mis entrañas su Santo Nombre.

Bendice, alma mía, al Señor,

Y no olvides todos sus beneficios.

Él es, Quien perdona todas tus faltas,

El que sana todas tus dolencias.

El que salva tu vida de la corrupción,

El que te corona con misericordia y favores.

Generoso y clemente es el Señor;

Paciente en exceso y grande en misericordia.

Bendice, alma mía, al Señor,

Y todas mis entrañas Su Santo Nombre.

Bendito eres, Oh, Señor

                      

La Letanía Menor

 

Diácono: Una y otra vez, en paz roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

.

Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten misericordia de nosotros y protégenos, oh, Dios, por tu gracia.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Conmemorando a la Santísima, Purísima, Bendita, y Gloriosa Soberana nuestra, la Madre de Dios y Siempre Virgen María, y a todos los Santos, encomendémonos nosotros mismos, y mutuamente los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios

 

Coro: A Ti, oh Señor.

 

En cada Antífona el sacerdote dice una oración en silencio 

Sacerdote (en voz baja): Señor, Dios nuestro, salva a Tu pueblo y bendice Tu heredad; protege la integridad de Tu Iglesia; santifica aquellos que aman la belleza de Tu casa; a cambio glorifícalos por Tu divino poder; y no nos desampares a quienes en Ti confiamos.........

Sacerdote:... Pues tuyo es el poder y tuyo es el Reino, la fuerza y la gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

La Segunda Antífona

 

Coro:   Sálvanos, Oh Hijo de Dios, Tú que resucitaste de entre los muertos, te cantamos Aleluya.(3 veces)

En los días de semana, cuando se celebra la fiesta de un santo, se dice:

Sálvanos, oh Hijo de dios, Tú que eres admirable en Tus Santos, te cantamos aleluya.

También se usa, como Segunda Antífona el Salmo 145(146)...

        Salmo 145(146)

Coro: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Alaba, ¡oh, alma mía! Al Señor.

Alabaré al Señor en mi vida,

Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

No confíes en los príncipes,

Ni en los hijos de los hombres,

Porque en ellos no hay salvación.

Saldrá su espíritu y volverá a la tierra,

En aquel día perecerán sus pensamientos.

Reinará el Señor para siempre,

Tú, Dios, ¡oh, Sión!

Por generación en generación.

Coro:..Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Coro:  Oh Hijo Unigénito y Verbo de Dios, que siendo inmortal  te dignaste,  por nuestra salvación, encarnarte de la Santa Madre de Dios y Siempre Virgen María, haciéndote hombre sin mutación; Y fuiste crucificado, ¡Oh Cristo Dios!, Y venciste a la muerte con Tu muerte, Siendo Uno de la Santa Trinidad, glorificado junto con el Padre y el Espíritu Santo, Oh Salvador, sálvanos.

 

La Letanía Menor

 

Diácono: Una y otra vez, en paz roguemos al Señor

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten misericordia de nosotros y protégenos, oh, Dios, por tu gracia.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono:  Conmemorando a la Santísima, Purísima, Bendita, Gloriosa Soberana nuestra, la Madre de Dios y Siempre Virgen María, y a todos los Santos, encomendémonos nosotros mismos, y mutuamente los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios.

  

Coro: A Ti, Oh Señor.

 

Sacerdote (en voz baja): Señor, Tú que nos haz concedido la gracia para ofrecerte estas oraciones comunes con un solo corazón. Tú que haz prometido aceptar las solicitudes de dos o tres reunidos en Tu nombre. Cumple Tú ahora las peticiones de tus siervos para su beneficio, y dándonos el conocimiento de Tu verdad en este mundo, y concédenos la vida eterna en el mundo futuro...

  

Sacerdote: ...Pues eres un Dios bondadoso y amas a la humanidad, y a Ti glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

La Tercera Antífona

 

Aquí se abren las puertas santas o se corren las cortinas. Se cantan los versos designados de los Salmos con el Apolytikion.

Coro:

Acuérdate, oh Señor, de nosotros en Tu Reino.

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la verdad, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados sois cuando os injurien y persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros por mi causa, mintiendo. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los Cielos.

La Entrada

Mientras el Apolytikion se canta, el sacerdote que lleva el Libro del Santo Evangelio entra en  procesión, frente a la puerta real, él ora en voz baja:

Soberano y Señor, Dios nuestro, Tú haz establecido en el cielo ejércitos y falanges de ángeles y arcángeles al servicio de Tu gloria. Concede que los santos ángeles entren con nosotros, y que juntos celebremos y glorifiquemos Tu bondad. Pues Tuya es toda gloria, honor y adoración, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y para siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

El sacerdote bendice la entrada y dice en  voz baja..:

Sacerdote: Bendita sea siempre la entrada de Tus santos, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

El Sacerdote o el Diácono levanta el libro del Santo Evangelio diciendo::

Sacerdote: Sabiduría. Estemos atentos.

se canta Isodikon del domingo;varía según las fiestas:    

Coro: Venid, adoremos y postrémonos ante  Cristo.                                                                     ¡Sálvanos, oh, Hijo de Dios!, Tu que resucitaste de entre los muertos, a los que te cantamos: Aleluya

 

Los días de semana se canta:

Sálvanos oh Hijo de Dios. Tú que eres admirable entre tus santos,  Te cantamos Aleluya.

El sacerdote entra en el santuario. El Apolytikion se repite y se cantan los

                  Troparión de la iglesia y el de la fiesta

      Kontakion del día y el de la Santa Theotokos.

 

El Himno de Trisagio

Diácono: Roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote (en voz baja): Dios santo, Tu que mora entre Tus santos, que con el santo himno del Trisagio, eres alabado por los serafines, y glorificado por los querubines y adorado por todos los poderes celestiales. Tu, que haz sacado todas las cosas de la nada al ser. Tu que haz creado al hombre y a la mujer a Tu imagen y semejanza y, los haz adornados con todos los dones de Tu gracia.

Tu que das la sabiduría y el entendimiento al suplicante y no desprecias al pecador, sino, que haz establecido el arrepentimiento para su salvación. Tu nos haces dignos, a Tus siervos humildes e indignos, para estar de pie ahora frente a la gloria de Tu santo altar, y ofrecerte la adoración y alabanza que te son debidas.

Soberano Señor, acepta también, de nuestros labios pecadores el himno del Trisagio y, visítanos con Tu bondad. Perdona nuestras transgresiones voluntarias e involuntarias, santifica nuestras almas y cuerpos, y concédenos que te sirvamos con santidad todos los días de nuestras vidas, por las intercesiones de la Santa Madre de Dios, y de todos los santos que te han agradado a lo largo de los siglos......

Sacerdote: (en voz alta):  Porque eres Santo, ¡oh, Dios nuestro! y a Ti glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre...

 

Diácono: ...y por los siglos de los siglos.

 

 

                    Trisagion *

Coro:  Amén.  Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros (3 veces). 

 

Coro: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amen.

 

Coro: Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

  

Diácono: Fuertemente  (Dinamis)

 

Coro: Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

 

* En la Semana de la Pascua, en Pentecostés, Navidad, Epifanía y en Sábado de Lázaro, en vez del Trisagion se canta el siguiente:

Vosotros que en Cristo os bautizasteis, de Cristo os revestisteis,  Aleluya (3 veces).

El tercer domingo de la Gran Cuaresma y el 14 de Septiembre, se canta:

Tu Cruz veneramos, Oh  Soberano y Tu Santa Resurrección  glorificamos.

 

En la Liturgia Pontifical, el Obispo bendice con el candelabro de  tres velas,que simboliza a la Santísima Trinidad (Trikirion) y con el candelabro de dos velas, que simboliza las naturalezas de Cristo; Divina y Humana (Dikirion), alternando con el Trisagion, cada vez dice:

Señor, Señor mira desde los cielos, visita, contempla y fortalece, esta viña que plantó tu diestra.

Coro: Por muchos Años Señor.

Diácono: Dinamis.(fuertemente)

Coro: Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

 

Terminado esto y antes de leerse la Epístola

El Diácono, vuelto hacia los fieles dice, alternando con el coro y el clero po cinco veces:

"Señor salva a los fieles", y concluye el Diácono: "Escuchanos",

lo que repite el clero y el Obispo cantando: "Escuchanos.

Finalmente se canta el Phimi (himno de aclamación del Obispo,que contiene el nombre, los títulos y elogios al obispo. Lo canta un sacerdote y lo repite el coro)

 

Sacerdote (volviéndose hacia la Prótesis,  dice en voz baja): Bendito Él quién viene en el nombre del Señor.

 

El Diácono señalando la Cátreda detrás del altar, dice al sacerdote:

Diácono: Bendice señor, la Cátedra de lo Alto

 

Volviéndose  hacia la Cátedra detrás del  Altar, él sacerdote bendice, diciendo:

 Bendito seas E Tú  que estás en el trono de la gloria de Tu reino, sentado sobre los Querubines, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén

 

Las Lecturas

La Epístola

 

 Sacerdote: Estemos atentos.

El Lector lee o se canta Prokimenon ( versos de los Salmos).

Diácono: Sabiduría.

El lector: Lectura de... (nombre de la carta de la Apostólica que se toma).

Diácono: Estemos atentos. 

El Lector lee la Epístola Apostólica designada. 

El sacerdote o el diácono inciensa el santo Altar, el Santuario, al celebrante y a los fieles, éstos al ser incensados inclinan sus cabezas y nuevamente inciensa el Altar.

 

Terminada la lectura, el sacerdote dice:

Sacerdote:  La Paz esté contigo Lector  y con todos vosotros E

Lector:  Y con tu espíritu

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya. (se cantan los versos correspondientes)

 

Sacerdote (en voz baja): Haz que brille dentro de nuestros corazones, Señor Bondadoso, la pura luz de Tu divino conocimiento, y abre los ojos de nuestras mentes, para que podemos comprender el mensaje de tu Evangelio.

Infúndenos también, respeto a Tus santos mandamientos, para que, venciendo los deseos pecaminosos, podamos seguir una vida espiritual, pensando y haciendo todas las cosas que Te agradan. Pues Tu, Cristo Dios, eres la luz de nuestras almas y cuerpos, y a Ti nosotros glorificamos junto con Tu eterno Padre y con Tu Santo, Bueno, y vivificador Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

El Santo Evangelio

 

Sacerdote: Sabiduría. Estemos de Pie. Escuchemos el Santo Evangelio.

La Paz  esté con vosotros. E

Coro:  Y con tu espíritu. 

Diácono: La lectura del Santo Evangelio según San... . Estemos atentos

Coro: Gloria a Ti, Señor, gloria a Ti.

El Diácono lee ó canta el Evangelio designado:

Al finalizar de cantarse el Santo Evangelio el sacerdote dice:

Sacerdote: La paz sea contigo evangelizador E

 

Coro: Gloria a Ti, Señor, gloría a Ti.

En este momento se cierran las Santas Puertas.

 

La Homilía 

Siguiendo las lecturas, es la costumbre en occidente que el sacerdote proclame ahora el Evangelio, en oriente, también predican antes de la Comunión

 

La letanía de Súplica Ferviente

 

Sacerdote: Digamos con toda nuestra alma, y con nuestra mente, digamos:

Coro: Señor, ten piedad. ( 1 vez)

 

 Sacerdote: Oh Señor Poderoso, Dios de nuestros Padres, te pedimos, escúchanos y ten misericordia de nosotros.  

 

Coro: Señor, ten piedad. (1 vez)

 

Sacerdote: Apiádate de nosotros, ¡oh Dios nuestro! Con tu gran misericordia, te suplicamos, escúchanos y ten piedad.

 

Coro: Señor, ten piedad. ( 3 veces)

 

 Sacerdote: También roguemos por el país, su gobernante, (título y nombre), por las autoridades civiles y fuerzas armadas.

 

Coro: Señor, ten piedad. ( 3 veces)

 

Sacerdote: Roguemos también por nuestro santo padre y Patriarca..., por nuestro Arzobispo primado Su Beatitud..., por nuestro Obispo...., y por todos los obispos Ortodoxos

 

Coro: Señor, ten piedad. ( 3 veces)

 

Sacerdote: También roguemos por nuestros hermanos: sacerdotes, diáconos, monjes y todo el clero, y por todos nuestro hermanos en Cristo.

 

Coro: Señor, ten piedad. ( 3 veces)

 

 Sacerdote: También roguemos por los bienaventurados y siempre memorables patriarcas ortodoxos, por los fundadores de esta santa iglesia, y por todos los ya fallecidos, padres y hermanos y hermanas ortodoxos, y quienes descansan en paz aquí y por todas partes del mundo.

 

Coro: Señor, ten piedad. ( 3 veces)

Aquí las peticiones especiales: por los enfermos, y otras necesidades especiales

Sacerdote: También oremos por la misericordia, vida, paz, salud, salvación, visitación, perdón y remisión de los pecados, de todos los que ofrecen frutos y hacen obras de bien, por los que trabajan y cantan, en este santo y venerable templo, y por el pueblo aquí presente, que espera de Ti gran y abundante misericordia.

 

Coro: Señor, ten piedad. (3 veces)

  

Sacerdote (en voz baja): Oh Señor nuestro Dios, acepta esta súplica ferviente de tus siervos, y ten misericordia de nosotros según la Tu gran misericordias; y envíanos en retorno a los que en Ti confían que esperan la misericordia rica que viene de Ti.

Sacerdote: Porque eres un Dios misericordioso y amas a la humanidad, y a Ti glorificamos, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

Letanía por los difuntos

Esta letanía sólo se ofrece si hay recuerdos de  difuntos.

 Sacerdote: Ten piedad de nosotros, Oh Dios, según Tú gran misericordia, te lo pedimos: escúchanos, y ten piedad.

 

Coro: Señor, ten piedad. (3 veces)

 

Sacerdote: Además roguemos por el reposo del alma(s) del siervo(s) de Dios (nombre-(s) del difunto), que partió de esta vida, y que perdones todos sus pecados, voluntarios e involuntarios.

 

Coro: Señor, ten piedad. (3 veces)

 

Sacerdote: Que el Señor Dios establezca su (s) alma(s) donde reposan los justos.

  

Coro: Señor, ten piedad. (3 veces)

 

Sacerdote: Las misericordias de Dios, el Reino celestial, y la remisión de su (s) pecados, pedimos a Cristo, oh Rey Inmortal y Dios nuestro.

 

Coro: Concédelo, Oh Señor.

Sacerdote: Roguemos al Señor.

Coro: Señor, ten piedad. (1 vez)

 Sacerdote:  Oh Dios de los espíritus, y de toda carne, que venciste a la muerte con la muerte y derrotaste al demonio, y distes la vida al mundo. Tú mismo, oh Señor, haz que descanse en paz el alma(s) de tu siervo(s)difunto (s,n), en el lugar de la luz, en el lugar del refrigerio, en el lugar de la paz, en donde no existe la enfermedad, el dolor ni la tristeza ni angustia, perdona las transgresiones, que él(ella) haya cometido, ya sea de palabra, pensamiento o acción. . Oh, Dios bondadoso y amante de la humanidad. Porque sólo Tú eres sin pecado y Tú justicia es eterna y tu palabra es la Verdad.

Pues eres la Resurrección y la Vida, y el reposo de tu siervo(s) (nombre). Oh Cristo, Dios nuestro, Te glorificamos, junto con el Padre eterno, y el Santísimo, Bueno y vivificador Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

La oración de los              Catecúmenos

 

Durante la letanía de los Catecúmenos, el sacerdote despliega en la mesa del altar el corporal [el antiminsión], es una tela con una pintura del entierro de Cristo

 Sacerdote: Catecúmenos, Oren al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: Vosotros fieles, oren por los catecúmenos, que el Señor tenga misericordia de ellos.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: Para que Él les instruya con la palabra de la verdad

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: Para que Él les revele el Evangelio de la Justicia.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: para que Él los una a Su Santa Iglesia, Católica, y Apostólica.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: Sálvalos, ten misericordia de ellos, ampáralos, y protégelos, Oh Dios, con Tu gracia.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: Catecúmenos, inclinen sus cabezas al Señor.

 

Coro: A Ti, oh  Señor

 

Sacerdote (en voz baja): Oh Señor, Dios nuestro, que moras en lo alto y que amas a los humildes de corazón; que enviaste para la salvación de la humanidad a Tu Unigénito Hijo y Dios, nuestro Señor Jesucristo; mira hacia abajo a tus siervos, los catecúmenos que han inclinado sus cabezas ante Ti; hazlos digno en el tiempo oportuno, del baño de la regeneración. Únelos a Tu Santa Iglesia, Católica y Apostólica, y enuméralos en el grupo de los escogidos.

 

Sacerdote: (en voz alta) ...A fin de que ellos juntamente con nosotros, glorifiquen, Tu honorabilísimo y magnífico Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

El despido de los Catecúmenos

 

Sacerdote: Todos vosotros los catecúmenos, ¡salgan! ¡Salid, catecúmenos! ¡Todos los que son catecúmenos, salgan! ¡No se permita quedarse a ningún catecúmeno

 

Liturgia de los fieles

 

 

Sacerdote: Los fieles, una y otra vez, en paz roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote (en voz baja): Te damos gracias, oh Señor Dios Poderoso, que nos haz considerado dignos, aún ahora, de estar de pie frente a Tu Santo Altar, para implorar tu compasión por nuestros pecados y por los errores del pueblo. Acepta nuestras súplicas, oh Dios; haz que seamos digno de ofrecerte las oraciones y súplicas, y sacrificios incruentos, por todo Tu pueblo. Y concédenos a nosotros, que nos haz elegido en este ministerio, con el poder de Tu Santo Espíritu, que irreprensiblemente y sin pecado, con el testimonio puro de nuestra conciencia, te invoquemos en todo tiempo y en todo lugar; para que nos escuches, y seas misericordioso con nosotros, por tu gran bondad.

 

Sacerdote: ....Ampáranos, Sálvanos, ten misericordia de nosotros y protégenos, oh Dios, con Tu gracia.

  

Coro: Señor, ten piedad.

Sacerdote:  A Ti se debe toda gloria, honor, y adoración, al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

La oración de los Fieles

 

Sacerdote (en voz baja; II oración): Una vez más, nos inclinamos ante Ti y Te rogamos, oh Dios,  bueno y amante de la humanidad. Escucha nuestra súplica: limpia nuestras almas y cuerpos de todo mal de la carne y del espíritu, y concede que podamos estar ante Tu Santo Altar, sin reproche y condenación.

También concédeles, Oh Dios, a los que oran con nosotros progreso en la vida, en la fe, y en el conocimiento espiritual: para que ellos siempre con reverencia puedan adorarte, y compartan tus Santos Misterios sin reproche o condenación, y sean dignos de Tu reino celestial.

Sacerdote:(en voz alta)A fin de que amparados por tu poder, te glorifiquemos;  Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos...

 

Coro: Amén.

 

La Gran Entrada

El Coro canta la primera parte del himno de los Querubines. Este himno varía en Jueves Santo y Sábado Santo

Coro:  Nosotros que representamos místicamente a los Querubines, y cantamos el himno tres veces Santo a la Trinidad Vivificadora. Apartemos en este momento toda solicitud temporal para recibir al Rey de todos...

(Mientras el himno a los Querubines se está cantando, el sacerdote ora):Sacerdote: (en voz baja) Nadie limitado por los deseos mundanos y los placeres es digno de acercarse y atender tus misterios, Rey de la gloria. Servirte incluso es grande e imponente para los poderes celestiales.

Pero debido a Tu inefable e inmenso amor por nosotros, Tu te hiciste hombre sin alteración o cambio. Y Te haz hecho nuestro Pontífice; y nos haz transmitido el misterio de este litúrgico e incruento sacrificio, como Señor de todas las cosas.

Sólo Tu, Señor y Dios nuestro, gobiernas por sobre todas las cosas en el cielo y en la tierra. Tu te sientas sobre un trono de Querubines, Tu, que eres el Señor de los Serafines y el Rey de Israel. Sólo Tu eres santo y mora entre Tus santos.

Sólo tú eres bueno y nos escuchas. Por eso, yo Te imploro, mírame, Tu siervo pecador e indigno, y limpia mi alma y mi corazón de la mala conciencia. Habilíteme por el poder de Tu Espíritu Santo para que, vestido con la gracia del sacerdocio, yo puedo estar de pie antes de Tu Santa Mesa y pueda celebrar el misterio de Tu Santo y puro Cuerpo y Tu preciosa Sangre.

A Ti yo vengo con la cabeza inclinada y ruego: no aparte tu rostro de mí, y no me rechaces de entre Tus hijos, a mí tu siervo pecador e indigno, hazme digno para ofrecerte estos Dones.

Pues Tu, Cristo nuestro Dios, eres el Oferente y el Ofrecido, el que recibe y el distribuido, y a Ti nosotros glorificamos, junto con tu eterno Padre y tu Santísimo, bueno y vivificador Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

(El sacerdote y el Diácono recitan  el Himno de los querúbines)

Sacerdote: Nosotros que representamos místicamente a los Querubines, y cantamos el himno tres veces Santo a la Trinidad Vivificadora. Apartemos en este momento toda solicitud temporal para recibir al Rey de todos...

 

Diácono:...Escoltado invisiblemente, por legiones de ángeles. Aleluya, aleluya, aleluya.

 

El sacerdote (diácono)corre la cortina de la Puerta Real, inciensa el Altar, el Santuario, el Iconostasio, al Clero, al coro,a los fieles: quienes inclinan sus cabezas,el sacerdote dice:

Sacerdote: (en voz baja)Venid, adoremos a nuestro Rey  y  Dios.

Venid, adoremos y prosternémonos ante nuestro Rey  y  Dios.

Venid, adoremos y prosternémonos ante Cristo, El   es nuestro Rey  y  Dios.

También se puede decir los domingos:  

Habiendo mirado la resurrección de Cristo, rindamos culto al Señor Jesús, el único santo y Puro. Nosotros veneramos Tu cruz, Oh Cristo, y nosotros alabamos y glorificamos Tú la santa resurrección. Tú eres nuestro Dios. Nosotros no conocemos a ningún de otro más que a Ti, e invocamos tu Nombre.Vengan, todos los creyente, veneremos la santa resurrección de Cristo. Por eso, a través de la Cruz ha venido la alegría a todo el mundo. Siempre bendiciendo al Señor, alabemos Su resurrección. Por soportar la cruz por nosotros, Él destruyó la muerte con la muerte.

        salmo 50 (51)

Apiádate de mí, oh Señor, por tu misericordia,- por tu gran bondad borra mi iniquidad. -  Lávame más y más de mi delito  y purifícame de mi pecado. -  Pues reconozco mis culpas,- y mi pecado está siempre ante mí. -  Contra ti, sólo contra ti he pecado,- he hecho el mal en tu presencia, lo que tú condenas. -  Por eso tu sentencia es justa; irreprochable, tu juicio. -  Mira que en la maldad fui formado, y en pecado me concibió mi madre. -  ¡Oh Tú, que amas la sinceridad del corazón,

descúbreme los secretos de tu sabiduría!. -  Rocíame con hisopo, y quedaré limpio;- lávame, y emblanqueceré más que la nieve.

 Lléname de gozo y alegría;- y que bailen los huesos que moliste. -  Aparta de tus ojos mis faltas,- borra en mí todo rastro de maldad. -  Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,- renueva dentro de mí, un espíritu recto. -  No me arrojes de tu presencia,- y no quites de mí tu santo Espíritu. -  Devuélveme el gozo de tu salvación,- y en espíritu generoso afiánzame;- enseñaré a los rebeldes tus caminos,- y los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la muerte, ¡oh Dios!. -  Dios de mi salvación,- y cantará mi lengua Tu justicia. -  Abre, Señor mis labios, y cantará mi boca Tus alabanzas,- Porque no es sacrificio lo que Tu quieres; si te ofreciere holocaustos, no los aceptarías. - El sacrificio grato a Dios es un corazón arrepentido. Tu, ¡oh Dios! - No desprecias un corazón contrito y humillado. -  Señor, en tu bondad favorece a Sión; vuelve a levantar los muros de Jerusalén. -  Entonces te agradarán los sacrificios justos,-  holocausto y oblación entera, se ofrecerán novillos en tu altar.

Terminado el Salmo el Sacerdote y el diácono, hacen tres postraciones ante el altar y dicen:

Sacerdote ( y Diácono): Oh Dios, purifícame, y ten piedad de mi que soy pecador

Besan el antimensio y la Santa Mesa. hacen tres postraciones, y volviendose hacia los fieles e inclinando sus cabezas dicen:

Sacerdote: Perdonenme hermanos, que soy pecador

 Si asiste el Obispo,se inclinan hacia donde está  él en primer lugar.

A continuación el sacerdote se acerca al Altar de la Oblación,precedido por el diácono con el incensario,Este inciensa los Santos dones, tres veces, y ambos los besan sin descubrirlos, diciendo para sí:

 Sacerdote: oh Dios,purifícame a mi que soy pecador.(3 veces),

entonces el Diácono dice al Sacerdote:

Diácono: Alza Señor.

El Sacerdote alza el Gran Velo, y lo coloca sobre los hombros del Diácono diciendo:

Sacerdote:  Levantad vuestras manos hacia las cosas santas y bendecid al señor.

Y toma con devoción la Santa Patena cubierta y al coloca sobre la cabeza del diácono; quien la sostiene con su mano izquierda mientras con la diestra toma el incensario, luego el sacerdote con la derecha y luego con las dos manos toma el Santo cáliz que esta cubierto .

Si el Sacerdote celebra solo, lleva con una mano la Patena y con la otra  el Cáliz, también son llevados en la procesión la Lanza y la Cucharita de comunión y la Cruz.(Si el Obispo está celebrando,entrega los santos dones,pero permanece en el Santuario y espera la procesión, frente al Altar y vuelto al pueblo en la Puerta Real).

 

El clero precedido por el Diácono (ó el Sacerdote ) que lleva la Patena, sale por la Puerta Norte, donde esperan los acólitos con las velas y desde ahí continúan en procesión solemne hasta la Puerta Real, cantando varias peticiones, las más comunes son: 

Diácono:  A vosotros todos, Cristianos Ortodoxos, que el Señor Dios les recuerde  en Su reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

Sacerdote:  A nuestro santo padre y Patriarca...,(Metropolita Arzobispo u Obispo) y a todo el clero ortodoxo, que el Señor Dios los recuerde  en Su reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. (esta petición se dice cuando se va pasando frente a la cátedra epíscopal)

Coro: Amén.

Sacerdote: A los siervos de Dios...por quienes se ofrece esta oblación por su salud, paz, visitación, salvación, perdón yremisión de sus pecados, que el Señor Dios los recuerde  en Su reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Coro:  Amén.

 

Sacerdote: A los siempre recordados fundadores de este santo templo y a nuestros padres y hermanos y a los siervos de Dios difuntos(se pueden nombrar), que duermen en la esperanza de la resurrección a la vida eterna, que el Señor Dios les recuerde  en Su reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Coro: Amén.

(Si esta presente ó celebra el Obispo, al llegar ante él, el Diácono y el sacerdote dirán respectivamente:

 De vuestro epíscopado, que el Señor Dios se recuerde  en Su reino Celestial, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Si está celebrando, recibe los Santos Dones, incensandolos previamente y haciendo las conmemoraciones.)

El Diácono con la Patena sostenida sobre la Cabeza, entra en el santuario, por la Puerta Real y se ubica al  lado derecho del Altar.

Mientras el Coro canta el resto del Himno a los Querubines.

Coro: ...invisiblemente escoltado por las legiones de ángeles. Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Al entrar el Sacerdote tras el Diácono, éste le dice al Sacerdote: que el Señor Dios se acuerde de tu sacerdocio en Su reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

El sacerdote le responde: que el Señor Dios se acuerde de tu diaconado  en Su reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Luego  pone el santos Cáliz  en el santo Altar, a su derecha, y recibiendo la santa Patena del Diácono, la pone a su izquierda, al lado del Cáliz diciendo:

Sacerdote :(en voz baja)El noble José, habiendo quitado de la Cruz tu purísimo cuerpo, y habiéndolo envuelto en una sábana limpia, y ungido de aromas, lo colocó en un sepulcro nuevo.

El Sacerdote quita los velos que cubren la Patena y el Cáliz, los pone sobre  uno de los lados del altar diciendo:

En el Sepulcro en el cuerpo,en el infierno con el espíritu siendo Dios; en el Paraíso con el Ladrón, y en el Trono con el Padre y el Espíritu Santo llenando todas las cosas. Oh Tú que eres infinito.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Oh Cristo, Tu sepulcro que es fuente de nuestra resurrección, se mostró Vivificador, y más brillante que el Paraíso, y más bello que toda cámara real.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos

Regocíjate Tú  eres una morada santa para el altísimo, porque por medio de Ti, oh Madre de Dios, fue concedida la alegría a los que claman:

Bendita eres entre las mujeres, oh Señora exenta de toda mancha.

Cuando fuiste a al muerte, ¡oh vida inmortal! Aniquilaste el infierno con el relámpago de Tu divinidad. Y cuando levantaste a los muertos que estaban bajo la tierra, clamaron a Ti todos los poderes celestiales:

¡oh Cristo Dios, dador de vida, gloria Ti!.

 

Retirando el Gran velo de los hombros del Diácono,cubre con él los Santos dones, los  cuales inciensa tres veces,

mientras dice los siguientes versículos del Salmo 50 (51):

Entonces aceptarás el sacrificio de justicia, las ofrendas y holocautos - entonces se te ofrecerán víctimas en tu altar.

Y devolviendo el incensario al Diácono, le dice inclinando la cabeza: acuérdate de mi, hermano y concelebrante.

 

Diácono: Que el Señor Dios se acuerde de tu sacerdocio en su reino, y  agrega: Ruega por mí,señor santo

 

Sacerdote: El Espíritu Santo descienda sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubra con su sambra.

El diácono sosteniendo el Orarion con la mano derecha e inclinada la cabeza, dice:

 

Diácono: El mismo Espíritu nos preste ayuda todos los días de nuestra vida;

Acuérdate de mí,señor santo

 

Sacerdote: que el Señor Dios se acuerde de tu diaconado  en Su Reino, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 El Diácono besa la diestra del Sacerdote y se corre la cortina de la Puerta Real, y sale del Santuario por la puerta sur, se situa en su lugar habitual y dice:

Letanía de la Oblación

Diácono: completemos nuestra oración al Señor

Coro: Señor, ten piedad.

Diácono: Por los preciosos dones ofrecidos, roguemos al Señor

Coro: Señor, ten piedad.

Diácono: Por este santo templo y por los que entran  en él con fe, devoción  y temor de Dios, roguemos al Señor.

Coro: Señor, ten piedad.

Diácono: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y dolor, roguemos al Señor.

Coro: Señor, ten piedad.

Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten misericordia de nosotros, y protégenos, oh Dios, con Tu gracia.

Coro: Señor, ten piedad.

Diác: Que todo este día sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, pidamos al Señor.

Coro: Concédelo, Oh Señor.

Diácono: Un ángel de paz, fiel guía y guardián de nuestras almas y cuerpos, pidamos al Señor.

Coro: Concédelo, Oh Señor.

Diácono: Por el perdón y remisión de nuestros pecados y transgresiones, pidamos al Señor.

Coro: Concédelo, Oh Señor.

Diácono:Todos lo que es bueno y beneficioso a nuestras almas, y por la paz en el mundo, pidamos al Señor.

Coro: Concédelo, Oh Señor.

Diácono: que el resto de nuestras vidas sea en paz y arrepentimiento, pidamos al Señor.

Coro: Concédelo, Oh Señor.

Diácono: Un fin cristiano de nuestras vidas, pacífico, exento dolor y de vergüenza, y una buena defensa ante el temible Tribunal de Cristo, pidamos al Señor.

Coro: Concédelo, Oh Señor.

 

Diácono: Conmemorando a la Santísima, Purísima, Bendita, Gloriosa Soberana nuestra, la Madre de Dios y Siempre Virgen María, y a todos los Santos, encomendémonos nosotros mismos, y mutuamente los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios.

Coro: A Ti, Señor.

La Oración de la Proskomidia

Sacerdote (voz baja):Señor, Dios Todopoderoso, solo Tu eres Santo. Tu acepta un sacrificio de alabanza de aquéllos que Te invocan con todo su corazón. También recibe las oraciones de nosotros  pecadores y permítenos llegar a Tu santo altar. Haznos dignos de presentarte dones y sacrificios espirituales, por nuestros pecados y por las transgresiones del pueblo. Haznos dignos de encontrar gracia ante Ti, para que nuestro sacrificio te sea agradable, y para que habite el buen Espíritu de Tu gracia en nosotros, en estos dones presente, y en todo tu pueblo.

 

Sacerdote:... Por la misericordia de Tu Unigénito Hijo, con quien  eres bendito junto con Tu Santísimo, bueno y vivificador Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.....

Coro: Amén

Sacerdote: La Paz esté con vosotros E.

Coro:  Y con tu espíritu.

Diácono: Amémonos los unos a los otros, a fin de que unánimemente  confesemos:...

Coro:Al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, Trinidad Consustancial e indivisible

El Sacerdote hace 3 inclinaciones y sin descubrir los santos dones, los besa al igual el Santo Altar y dice:

Sacerdote:(en voz baja) Te amo Señor, Tu que eres mi fortaleza, El señor es mi baluarte y mi refugio.

En este momento es  costumbre darse el beso de paz.

Diácono: Las puertas, las puertas. Con Sabiduría. Estemos atentos.

Levanta el velo que cubre los Santos Dones y lo agita sobre la Patena y el Cáliz, mientras que todos recitan El Credo. 

El Credo

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra y de todo lo visible e invisible.

Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos; Luz de Luz; Dios verdadero de Dios verdadero; nacido, no creado; consubstancial al Padre, por quien todo fue hecho; quien por nosotros los hombres, y para nuestra salvación, descendió del cielo, se encarnó del Espíritu Santo y María Virgen, y se hizo Hombre.

Y fue crucificado por nosotros, en tiempos de Poncio Pilato; padeció, y fue sepultado, y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.

Y subió a los cielos, y está sentado a la diestra del Padre. Y otra vez ha de venir con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos, y su reino no tendrá fin.

 Y en el Espíritu Santo, Señor, vivificador, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado; que habló por los profetas.

 Y en la  Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Y confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados.

Y espero la resurrección de los muertos

Y la vida del siglo venidero. Amén.

Sigue a continuaciónla parte central de la Liturgia, la Santa Anáfora, que va hasta las conmemoraciones.

La Santa Anáfora

 

Diácono: Estemos de pie con rectitud. Estemos con temor y atentos, para ofrecer en paz la Santa Oblación.

 

Coro: La misericordia de paz, el sacrificio de alabanza.

Sacerdote: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre, y la comunión del espíritu santo, esté con todos vosotros. E

Coro: Y con tu espíritu.

Sacerdote: Elevemos nuestros corazones.

Coro: Los tenemos juntos al Señor.

Sacerdote: Demos gracias al Señor.

Coro: Digno y justo es adorar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, Trinidad Consustancial e indivisible.

Sacerdote (en  voz baja): Es digno y justo cantarte, bendecirte, alabarte, darte gracias y adorarte en todo lugar de Tu imperio, pues Tu eres Dios inefable, incomprensible, invisible, inconcebible, siempre el mismo; Tu y Tu Unigénito Hijo y Tu Espíritu Santo. Tú de la nada nos trajiste a la existencia, y cuando nos caímos por el pecado, Tu nos levantaste de nuevo, y no dejas nada por hacer, hasta conducirnos al cielo y concedernos Tu reino futuro. Todas estas cosas nosotros te las agradecemos, y a Tu Unigénito Hijo y a Tu Espíritu Santo; por todas las cosas; las que sabemos y las que no sabemos, y por todas las bendiciones visibles e invisibles dadas a nosotros. Nosotros también le agradecemos esta liturgia que Tu Té dignas aceptar de nuestras manos, aunque Tu estas rodeado por miles de Arcángeles y legiones de Ángeles, por Querubines y Serafines, de seis alas, y muchos ojos sublimes alados.....

 

Sacerdote: (en voz alta)Entonando el himno triunfal, cantando, proclamando, y diciendo:

 

Coro:  Santo, santo, santo, Es el Señor del Sabaoth. El cielo y la tierra están llenos de tu gloria. Hosanna en las alturas. Bendito es él que viene en el nombre del Señor. Hosanna  en las alturas.

 

Sacerdote: (en voz baja) Junto con estos bienaventuradas potestades, Señor misericordioso, nosotros también proclamamos y decimos: Tú eres santo y santísimo Tu y Tu Unigénito Hijo y Tu Espíritu Santo. Tú eres santo y santísimo, y sublime es Tu gloria. Tu que por amor a Tu mundo le haz dado Tu Unigénito Hijo para que quien quiera creer en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Él cual, habiendo venido y cumplido el plan divino para nosotros. En la noche cuando Él fue entregado, o más bien cuando Él se entregó por la vida del mundo; Él tomó el pan en Sus santas manos, puras, y sin manchas, dio gracias, bendijo, santificó, partió y lo dio a Sus santos discípulos y apóstoles, diciendo: ...

 

Sacerdote en voz alta...

... Tomad, y comed, éste es mi Cuerpo, que por vosotros es partido para la remisión de los pecados.

 

Coro: Amén.

 

Sacerdote (en voz baja): ... Igualmente, después de la cena, Él tomó la copa, diciendo:...

 

Sacerdote: en voz alta... 

... Bebed de él todos. Esta es mi Sangre del Nuevo Testamento, que por vosotros y por muchos, es derramada para la remisión de los pecados.

 

Coro: Amén.

 

Sacerdote (en voz baja): Por eso, recordando este mandato del Salvador, y todos lo que ha sido hecho por nosotros: la cruz, la tumba, la resurrección al tercer día, la ascensión al cielo, la entronización a la diestra del Padre, y la segunda y gloriosa venida...

 

El Diácono cruzando los brazos eleva con una mano la patena y con la otra el cáliz, y el sacerdote entona:

Sacerdote: Lo tuyo, de lo que es tuyo, te  ofrecemos por todos y por todo.

 

Coro: Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias Señor, y a Tí suplicamos, oh Dios nuestro.

 

Sacerdote (en voz baja): Una vez más nosotros te ofrecemos a Ti, este culto espiritual incruento, y pedimos, rogamos, y suplicamos: envía Tu Espíritu Santo sobre nosotros y sobre estos dones presentes.

Sacerdote: Bendice el santo Pan, mientras en voz baja dice:

Y haz de este pan el precioso cuerpo Ede Tu Cristo.

 

Diácono (en voz baja): Amén.

Sacerdote: bendice el cáliz mientras en voz baja:

Y haz que lo que esta en este Cáliz, sea la preciosa Sangre Ede Tu Cristo

Diácono (en voz baja): Amén.

Sacerdote: en voz baja, bendice  los santos dones diciendo:

Transformándolo por E Tu Espíritu Santo.

 

Diácono (en voz baja): Amén. Amén. Amén.

Sacerdote (en voz baja):

De suerte que venga a ser para los que participan: purificación del alma, perdón de los pecados, comunión del Espíritu Santo, plenitud del reino de los cielos, confianza en Ti, y no motivo de juicio ó condenación.

De nuevo, Te ofrecemos este culto espiritual por medio de aquellos que reposan en la fe, de los antepasados, los padres, los el patriarcas, los profetas, los apóstoles, los predicadores, evangelistas, los mártires, confesores, los ascetas, y por todas las almas justa muertas en la fe......

 

Sacerdote:(en voz alta)... Principalmente por nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa Señora nuestra, Madre de Dios y siempre Virgen María.

 

Coro: ... Verdaderamente es digno bendecirte, oh progenitora de Dios, siempre bienaventurada, y purísima Madre de nuestro Dios, Tu eres más venerable que los Querubines, e incomparablemente más gloriosa que los Serafines, a ti que sin mancha diste a luz al Verbo de Dios y que verdaderamente eres la Madre de Dios, te engrandecemos.

 

Sacerdote (en voz baja): Por el profeta y precursor Juan Bautista; por los santos, gloriosos y muy honorables Apóstoles;

por el Santo(s) (Nombre-s) cuya memoria conmemoramos hoy;

y por todos Tus santos a través de cuyas súplicas, Oh Dios, nos bendices.

También acuérdate de todos que se han dormido en la esperanza de resurrección y de la vida eterna. (Aquí el sacerdote recuerda los nombres de los difuntos.)

Y concédeles el descanso, allí dónde resplandece la luz Tu rostro.

Te rogamos también. Señor, que te acuerdes de todos los Obispos Ortodoxos que fielmente enseñan la palabra de Tu verdad, de todo los presbíteros, de todos los diáconos al servicio de Cristo, y de todo el orden sacerdotal.

También te ofrecemos este culto espiritual por el mundo entero, por la Santa, Católica, y Apostólica Iglesia, y por los que viven en pureza y santidad.

 Y por los que estan  en el servicio público; permíteles, Señor, servir y gobernar en paz a través de una conducta fiel a sus deberes, y así, nosotros podamos vivir nuestras vidas pacíficas y serenas con toda piedad y santidad.

Sacerdote (en voz alta):... Principalmente, acuérdate, Señor, de nuestro padre y Arzobispo...(u Obispo); y presérvale para tus Santas Iglesias por muchos, en paz, y salvo, digno y sano, y que rectamente enseñe la palabra de Tu Verdad.

Diácono: También acuérdate, Señor, de aquéllos que son recordados por cada uno de los presentes, y de todos y de todo.

.

Coro: Y de todos y de todo.

Sacerdote:(en voz baja) Recuerda, Señor, la ciudad en que vivimos, de cada ciudad y país, y de los creyentes que viven en ellas. Recuerda, Señor, a los viajeros, a los enfermo, a los que sufren, y a los cautivos, concédeles Tu protección y salvación. Acuérdate, Señor, de aquéllos que hacen trabajo caritativo y que sirve en Tus Santas Iglesias, y de quienes ayudan a los pobres. Y enviamos Tu misericordia sobre todos nosotros.

Sacerdote: (en voz alta)... Y concédenos que, a una voz y a un corazón, glorifiquemos y alabemos Tu venerable y magnífico Nombre, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén

 

Sacerdote: Que la misericordia de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo esté con todos vosotros E

Coro: Y con tu espíritu.

Letanía

Diácono: Habiendo conmemorado a todos los santos, una y otra vez en paz, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono: Por los preciosos Dones ofrecidos y consagrados, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Diácono:... Para que nuestro Dios amante de la humanidad, que los ha recibido en Su santo, celestial y místico altar , como aroma espiritual, nos envié en retorno su divina gracia y el don del Espíritu Santo, roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

Sacerdote: (en voz alta)Habiendo pedido la unión de la fe y la comunión del Espíritu Santo, encomendémonos nosotros mismos, y mutuamente los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios.

 

Coro: A Ti, oh Señor.

 

Sacerdote (en voz baja):...Te ofrecemos toda nuestra vida y esperanza, Soberano Señor, pedimos, oramos, y rogamos: haznos digno de compartir Tus celestiales e imponentes Misterios de esta santa y espiritual Mesa con conciencia pura; para la remisión de los pecados, perdón de transgresiones, comunión del Espíritu Santo, herencia del reino del cielo, confianza ante Ti, y no para juicio o condenación.

 

Sacerdote: (en voz alta)...Y haznos digno, Soberano Señor, que con confianza y sin reprensión, nos atrevamos a invocarte a Ti, Padre, Dios celestial, y a decir:

 

La Oración del Señor

 Todos:

Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. El pan sustancial nuestro dánoslo hoy, y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.

 

Sacerdote: (en voz alta)... Porque Tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y el Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 Sacerdote: La paz esté con vosotrosE

 Coro: Y con Tu espíritu.

 

Diácono:  Inclinemos nuestras cabezas al Señor.

 

Coro: A Ti, Oh Señor.

 

Sacerdote (en voz baja):e damos gracias, Oh Rey invisible. Por Tu poder infinito creaste todas las cosas, y por Tu gran misericordia haz traído todo de la nada al ser.Todopoderoso, mira desde el cielo a los que han inclinado sus cabezas ante Ti; ellos no la han inclinado antes la carne ni a la sangre, pero sí ante Ti, el Dios Poderoso. Por eso, Señor, guía el curso de nuestra vida, para nuestro beneficio según la necesidad de cada uno de nosotros.  Navega con aquéllos que navegan;

viaja con aquéllos que viajan; y sana al enfermo, Tú que eres médico de nuestras almas y cuerpos.

Sacerdote:.... Por la gracia, la misericordia, y el amor a la humanidad de tu Unigénito Hijo, con quien Tu eres bendito, junto con Tu Santísimo, bueno, y vivificador Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

Sacerdote (en voz baja): Señor Jesucristo, Dios nuestro, atiéndenos desde Tu morada santa y desde el trono glorioso de Tu reino. Tu, que en lo alto estas sentado con el Padre, y también estas invisiblemente presente entre nosotros. Ven y santifícanos, y con tu poderosa mano, danos Tu purísimo Cuerpo y preciosa Sangre, y a través de nosotros a todo Tu pueblo.

 

Diácono: Estemos atentos.

 

Sacerdote:... Los Dones Santos para los santos de Dios.

 

Coro:.... Uno solo es Santo, uno solo  Señor, Jesucristo, en la gloria de Dios Padre. Amén.

 

La Sagrada Comunión

 

Coro:

Alabad al Señor desde los cielos, alabadlo en las alturas. Aleluya, Aleluya, aleluya. (Salmo 148).

  

Aquí se puede predicar.

El Himno de la Comunión cambia según el Día de la fiesta

 

Después del fragmentar el sagrado Pan, el sacerdote dice en voz baja:

Sacerdote:  El Cordero de Dios es partido y distribuido; partido sin ser dividido. Él es comido sin ser nunca consumido, pero Él santifica aquéllos que comulgan de Él.

(Entonces el sacerdote pone una porción del sagrado Pan IC en el Cáliz y dice:)

 

 La plenitud del espíritu santo. Amén.

 

El sacerdote bendice el agua hirviendo, y dice:

 

Sacerdote:(en voz baja)...Bendito es el fervor de Tus santos, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Pone en forma de cruz el agua en el Cáliz, y el sacerdote dice:

Sacerdote:(en voz baja)...El fervor de la fe está lleno del Espíritu Santo. Amén.

Las Oraciones de la Comunión se recitan silenciosamente por aquéllos que se preparan a recibir los santos Misterios.

Coro:

Creo y confieso, Señor, que Tú eres de verdad el Cristo, el Hijo del Dios vivo que vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

También creo que éste es Tu verdadero y purísimo Cuerpo, y que ésta es verdaderamente Tu preciosa Sangre. Por eso, yo te ruego: ten misericordia de mí, y perdona mis transgresiones, voluntarias e involuntarias, de palabra y de obra, con conocimiento y por ignorancia. Y hazme digno y sin condenación, de participar en Tus purísimos Misterios para el perdón de los pecados y para la vida eterna. Amén.

¿Cómo entraré yo, indigno, en el esplendor de tus santos? Si me atreviera a entrar en la cámara nupcial, mi ropa me acusaría, ya que no es para la boda; y siendo sentenciado, me expulsarían los ángeles.

En tu bondad, Señor, limpia mi alma y sálvame. Señor bondadoso, Señor Jesucristo, mi Dios, no permitas que estos santos dones sean para mí, motivo de condenación por culpa de mis pecados, sino que sean para purificación y santificación del alma y del cuerpo, y prenda de vida eterna en el reino.

Bueno es confiar en Dios y en Él pongo mi  esperanza de salvación.

Acéptame hoy, oh Hijo de Dios, partícipe de Tu mística Cena. Pues no revelaré Tu misterio a Tus enemigos. Ni te daré un beso traidor como Judas, sino como el buen  ladrón. Yo te confieso y te digo: Señor, acuérdate de mí en tu reino.  

El sacerdote procede recibir la sagrada comunión.

Sacerdote (en voz baja): Aquí me acerco a Cristo, nuestro Rey inmortal y Dios.

A mí,...  sacerdote, se me da el precioso y santísimo Cuerpo de Nuestro Señor, Dios y Salvador; Jesucristo para el perdón de mis pecados y vida eterna.

Él comulga entonces el sagrado Pan XC, tomándolo con la mano derecha.

Yo,...  comulgo la preciosa y santísima Sangre de Nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo, para el perdón de mis pecados y para la vida eterna.

Y comulgando con tres sorbos, dice:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Él bebe entonces del Cáliz. Después, él secas sus labios y el borde del Cáliz, y  besandole dice:

Esto que ha tocado mis labios, me limpiará de mis transgresiones y pecados.

El sacerdote transfiere las porciones restantes del Pan consagrado al santo Cáliz, y dice

Venid, todos los creyentes, veneremos la santa resurrección de Cristo. Porque por la Cruz entró la alegría al mundo entero. Te bendecimos Señor. Alabamos Tu resurrección. Porque soportando la Cruz por nosotros, destruiste la muerte con la muerte.

El sacerdote eleva el santo Cáliz y los dones frente a las Puertas Reales, y él o el Diácono dice:

Diácono: (en voz alta)...Con temor de Dios, fe y amor  aproximáos

Coro: Bendito El que viene en el nombre del Señor, Dios el Señor se nos ha aparecido.

Aquéllos que se prepararon se acercan adelante con reverencia para recibir la sagrada comunión, mientras el pueblo cantan el himno de la comunión:

Coro:...Tomad el Cuerpo de Cristo, gustad de la fuente inmortal. Aleluya, Aleluya, Aleluya.

 Hazme sentir tu amor a la mañana, pues yo confío en Ti Señor.

Los que van a comulgar frente al sacerdote dicen su nombre propio, el sacerdote los nombrará al darles la comunión,al dar la  comunión, el sacerdote dice:

Sacerdote: El siervo de Dios (el nombre)... recibe el Cuerpo y Sangre de Cristo para el perdón de los pecados y la vida eterna.

Después de que la Comunión se ha dado, el sacerdote bendice al pueblo, diciendo:

Sacerdote: (en voz alta)...Salva, oh Dios a Tu pueblo y bendice tu heredad.

Coro:.... Hemos visto la luz verdadera; hemos recibido el Espíritu celestial; hemos hallado la verdadera fe, adoremos la Trinidad indivisible, pues ésta nos ha salvado.

El sacerdote regresando al santo Altar, él transfiere las porciones de la Theotokos y de los Santos en el Cáliz. Entonces él hace la oración por los vivos y los muertos, en voz baja:

Sacerdote:(en voz baja)...Lava Señor, por Tu santa Sangre los pecados de todos aquéllos que han sido recordados, por las intercesiones de la Madre de Dios y de todos Tus santos. Amén.

Seas adorado, Oh Dios, en los Cielos. Y que Tu Gloria se extienda por toda la tierra (3 veces).

 inciensa y luego alza el santo cáliz y dice Sacerdote:(en voz baja)... Bendito sea nuestro Dios...

(sigue en voz alta)... Perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos...

Coro: ... Amén. Y siguen cantando

Que nuestras bocas se llene de alabanza, oh Señor, para  cantar Tu gloria. Pues, Tu nos haz hecho digno de compartir Tus santos, divinos, inmortales y vivificantes misterios. Consérvanos en Tu santidad y que todo este día vivamos meditando en Tu verdad.  Aleluya. Aleluya. Aleluya.

La Oración de Acción de Gracias

Diácono: Estemos atentos.

Habiendo recibido los divinos, santos, puros, inmortales, celestial, vivificantes y temibles Misterios de Cristo, demos dignas gracias al Señor.

Coro: Señor, ten piedad

Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten misericordia de nosotros y protégenos, oh Dios, por Tu gracia

Coro: Señor, ten piedad.

Diácono: Habiendo pedido que todo este día sea perfecto, pacífico y sin pecado, encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo Dios.

Coro: A Ti, Señor

Sacerdote (en voz baja): Te agradecemos, Señor amante de la humanidad. Bienhechor de nuestras almas, porque en este día nos haz hecho una vez más dignos de Tus celestiales e inmortales Misterios. Endereza nuestro camino, establécenos firmemente en Tu santo temor, cuida nuestras vidas, y asegura nuestra salvación, por las oraciones y súplicas de la gloriosa Madre de Dios, y siempre Virgen María y de todos Tus santos...

 

 Habiendo, el sacerdote doblado el Antimensión y sobre él tiene en forma vertical, el libro de los Santos Evangelios, hace la señal de la Cruz, diciendo:

Sacerdote: (en voz alta)...Porque Tu eres nuestra santificación, y a Ti glorificamos, Padre, Hijo y el Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

La despedida

 

Sacerdote:  Salgamos en paz.

 

Coro: En nombre del Señor

 

Diácono: Roguemos al Señor.

 

Coro: Señor, ten piedad.

 

 El sacerdote sale del ambón, se para al frente del yIcono de Cristo mirandole, dice:

Sacerdote: (en voz alta)...Oh Señor, bendice aquéllos que te Bendicen y santifican, aquéllos que confían en Ti. Salva a Tu pueblo y bendice Tu heredad. Protege la plenitud de Tu Iglesia, Santifica aquéllos que aman la piadosa belleza de Tu casa. En retorno glorifícalos con Tu divino poder, y no nos desampares a quienes confiamos en Ti. Concede la paz al mundo, a Tus Iglesias, a los sacerdotes, a los gobernantes, al ejército, y a todo Tu pueblo. Porque toda dádiva buena y todo don perfecto provienen de lo alto y viene de Ti, oh Padre de luces, y a Ti glorificamos, damos gracia y adoramos: Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Coro: Amén.

Coro: Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y por los siglos de los siglos(3 veces).

 El sacerdote va a la Prothesis y dice:

Sacerdote:(en voz baja)Cristo nuestro Dios, Tu eres la plenitud de la Ley y de los profetas. Tu haz cumplido todo lo ordenado por el Padre. Siempre llena nuestros corazones de la alegría y regocijo, perpetuamente ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 Diácono: Roguemos al Señor.  

 

Coro: Señor, ten piedad. (3 veces)

Coro: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.  Amén.

 Coro:  Bendice Padre

Sacerdote: (en voz alta)...Que la bendición del Señor y Su misericordia descienda sobre vosotros, E y por Su divina gracia y amor a la humanidad, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

 

Coro: Amén.

 

Sacerdote: Gloria a Ti, Oh Cristo, Dios nuestro, esperanza nuestra, gloría a Ti.

Cristo nuestro verdadero Dios (que resucito de entre los muertos), Dios bondadoso, que ama a la humanidad, ten piedad de nosotros y sálvanos, por las intercesiones de Tu purísima y santísima Madre; por el poder de la preciosa y vivificadora Cruz; por las súplicas de los poderes celestiales incorpóreos, por las oraciones del honorable, glorioso, profeta, y precursor San Juan Bautista; de los santos, gloriosos, y honorables apóstoles; de los santos, gloriosos y triunfantes mártires; de nuestros santos y Teóforos Padres, (el patrono del templo o comunidad); de los antepasados santos y virtuosos Joaquín y Ana; de San ... cuya memoria nosotros conmemoramos hoy, y de todos los santos.

 

Coro:... Amén.

Coro: Señor, concédele larga vida a quién bendice. y nos santifica

 

Sacerdote: A través de las oraciones de nuestros santos padres, Señor Jesucristo, nuestro Dios, ten misericordia de nosotros y Sálvanos

 

Coro: Amén

Sacerdote (bendice a los fieles): E La Santísima Trinidad les proteja a todos vosotros

 El pueblo se acerca a besar y venerar la Santa Cruz, el sacerdote distribuye el Antidoron (pan bendito, pero no consagrado).Distribuyendo el Antidoron dice:

Sacerdote: ... la bendición y la misericordia del Señor esté contigo.

Mientras tanto, el Coro entona las aclamaciones finales en honor del Patriarca, del Arzobispo u Obispo y de todo el pueblo.

 Mnogaia lieta,mnogaia lieta, mnogaia lieta

Por muchos años, por muchos años, por muchos años,

Spasí Jristie bosche, Spasí Jristie bosche, Spasí Jristie bosche

Mnogaia lieta,mnogaia lieta, mnogaia lieta

Si el Obispo se encuentra presente:

Is  pola  eti Despota - Tom Despotin que argiere a imon, Kirie Filate.

Is  pola  eti Despota, Is  pola  eti Despota, Is  pola  eti Despota

 fin

Versión preparada por e padre Juan bautista Vásquez Lazo ; con la colaboración de Nancy Moncayo Duran, María Gabriela Vásquez M, Alejandro Llano Berríos, y Luis Fernando Vásquez Moncayo para uso de los sacerdotes, solo contiene las oraciones más comunes.

 

EEE

 

ORACIONES PARA PREPARARSE A LA CONFESIÓN

 

salmo 50 (51)

Apiádate de mí, oh Señor, por tu misericordia,- por tu gran bondad borra mi iniquidad. - Lávame más y más de mi delito y purifícame de mi pecado. - Pues reconozco mis culpas,- y mi pecado está siempre ante mí. - Contra ti, sólo contra ti he pecado,- he hecho el mal en tu presencia, lo que tú condenas. - Por eso tu sentencia es justa; irreprochable, tu juicio. - Mira que en la maldad fui formado, y en pecado me concibió mi madre. - ¡Oh Tú, que amas la sinceridad del corazón,

descúbreme los secretos de tu sabiduría!. - Rocíame con hisopo, y quedaré limpio;- lávame, y emblanqueceré más que la nieve.

Lléname de gozo y alegría;- y que bailen los huesos que moliste. - Aparta de tus ojos mis faltas,- borra en mí todo rastro de maldad. - Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,- renueva dentro de mí, un espíritu recto. - No me arrojes de tu presencia,- y no quites de mí tu santo Espíritu. - Devuélveme el gozo de tu salvación,- y en espíritu generoso afiánzame;- enseñaré a los rebeldes tus caminos,- y los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la muerte, ¡oh Dios!. - Dios de mi salvación,- y cantará mi lengua Tu justicia. - Abre, Señor mis labios, y cantará mi boca Tus alabanzas,- Porque no es sacrificio lo que Tu quieres; si te ofreciere holocaustos, no los aceptarías. - El sacrificio grato a Dios es un corazón arrepentido. Tu, ¡oh Dios! - No desprecias un corazón contrito y humillado. - Señor, en tu bondad favorece a Sión; vuelve a levantar los muros de Jerusalén. - Entonces te agradarán los sacrificios justos,- holocausto y oblación entera, se ofrecerán novillos en tu altar.

 

 

ORACIÓN

 

Oh Señor, Dios mío, confieso que he pecado contra ti en pensamiento, en palabras y obras; y también que he omitido hacer lo que tu santa ley pide de mí. Pero ahora con arrepentimiento y contrición, vuelvo otra vez a tu misericordia y te pido perdonarme y limpiarme de toda mancha. Oh Señor, llena para siempre mi corazón con la luz de tu verdad, para que aprenda a desear y hacer únicamente lo que te agrada.

 

ORACIÓN

 

En el lugar de la confesión se reza:

Padre, Señor del cielo y de la tierra: Te confieso de todas las cosas ocultas y visibles de mí corazón y mente que ha hecho hasta este día. Por lo tanto pido de Ti, oh Juez justo y compasivo, perdón y gracia para no volver a pecar nuevamente.

 

LA COMUNIÓN

 

Para recibir la santa eucaristía, la Iglesia prescribe disposiciones de carácter espiritual y corporal.

Para cumplir con la primera se requiere presentar nuestra alma depurada de pecado, por medio del sacramento de reconciliación o confesión.

Los niños que no han llegado al uso de la razón están eximidos de la confesión, y pueden comulgar.

Las determinaciones de carácter corporal, consisten en cumplir las condiciones de ayuno establecidas.

 

 

 

 

ORACIÓN ANTES DE LA COMUNIÓN.

 

 Creo y confieso, Señor, que Tú eres de verdad el Cristo, el Hijo del Dios vivo que vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

También creo que éste es Tu verdadero y purísimo Cuerpo, y que ésta es verdaderamente Tu preciosa Sangre. Por eso, yo te ruego: ten misericordia de mí, y perdona mis transgresiones, voluntarias e involuntarias, de palabra y de obra, con conocimiento y por ignorancia. Y hazme digno y sin condenación, de participar en Tus purísimos Misterios para el perdón de los pecados y para la vida eterna. Amén.

 

¿Cómo entraré yo, indigno, en el esplendor de tus santos? Si me atreviera a entrar en la cámara nupcial, mi ropa me acusaría, ya que no es para la boda; y siendo sentenciado, me expulsarían los ángeles.

En tu bondad, Señor, limpia mi alma y sálvame. Señor bondadoso, Señor Jesucristo, mi Dios, no permitas que estos santos dones sean para mí, motivo de condenación por culpa de mis pecados, sino que sean para purificación y santificación del alma y del cuerpo, y prenda de vida eterna en el reino.

Bueno es confiar en Dios y en Él pongo mi esperanza de salvación.

TROPARION

Acéptame hoy, partícipe de Tu mística Cena. Oh Hijo de Dios, Pues no revelaré Tu misterio a Tus enemigos. Ni te daré un beso traidor como Judas, sino como el ladrón. Yo te confieso y te digo: Señor, acuérdate de mí en tu reino.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Gloria a ti, oh Dios, gloria a ti.

Oh Señor, mi Dios, te doy gracias pues no me has rechazado a mí pecador , y me has hecho digno de participar de tus santos misterios. Sí, soberano Señor, que por nosotros has muerto y resucitado, y nos has concedido estos dones puros y estos vivificantes misterios para beneficio y satisfacción de nuestras almas y cuerpos, concede que estos dones sean para la curación de mi alma y de mi cuerpo, con el fin de obtener la destrucción de todo adversario, la iluminación de los ojos de mi corazón, la conservación de mis fuerzas espirituales, una fe invencible, adquirir un amor sincero, la plenitud de la sabiduría, el cumplimiento de tus mandamientos, abundancia de la divina gracia, y para merecer tu reino.

Que así protegido por ellos en tu santificación, pueda yo recordar tu gracia perpetuamente, y no vivir para mí mismo, sino para ti, oh Señor benefactor.

Y así cuando deje esta vida con la esperanza de la vida eterna, pueda llegar al reposo perpetuo, donde es incesante el canto de los festejantes, y es infinito el placer de los que contemplan la inefable belleza de tu rostro, porque Tú, oh Cristo, eres el deseo verdadero y el gozo indescriptible de los que te aman, y toda la creación te alaba por los siglos de los siglos. Amén

 

Otra Oracion

Que tu Santo Cuerpo, oh Señor Jesucristo Dios nuestro, me sea para la obtención de la vida eterna, y tu preciosa Sangre para la remisión de mis pecados. Que esta Eucaristía me sirva de alegría, salud y gozo y que me haga digno a mí, pecador, de permanecer a la diestra de tu Gloria, el temible día de tu Segunda Venida, por las oraciones de tu Purísima Madre y de todos tus Santos.

Oración a la

Santísima Madre de Dios

            ¡Oh Santísima Soberana y Madre de Dios, luz de mi alma entenebrecida, esperanza mía, mi amparo, mi refugio, mi consuelo y mi alegría! Te doy las gracias, porque me has concedido a mí, el indigno, participar del purísimo Cuerpo y de la preciosa Sangre de tu Hijo. Pero Tú, que diste a luz la verdadera Luz, ilumina los noéticos ojos de mi corazón. Tú, que has dado al mundo la fuente de la inmortalidad, vivifícame a mí que yazgo muerto en el pecado. Tú, que eres la amante madre llena de compasión del Dios misericordioso, ten piedad de mí y concédeme arrepentimiento y contrición de corazón, y humildad de mente, y la liberación de la esclavitud de los malos pensamientos. Y concédeme que hasta mi último suspiro pueda recibir sin condenación la santificación de estos santos misterios, para la salvación del alma y del cuerpo. Y concédeme lágrimas de arrepentimiento y de confesión: que yo pueda alabarte y glorificarle todos los días de mi vida; pues bendita eres Tú y glorificada por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración

En la Mañana

 

Antes de empezar cualquier obra, pongase mentalmente en presencia del Creador y ore así:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Inclínese tres veces, diciendo:

Gloria a Ti, Nuestro Dios, gloria a Ti.

 

Oración al Espíritu Santo

Oh, Rey Celestial, Paráclito(Consolado), Espíritu de la Verdad, que estás en todas partes y que todo llenas , Tesoro de todo bien y Dispensador de la Vida! Ven y mora en nosotros, y purifícanos de toda mancha y salva nuestras almas, Oh Bondadoso.

Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros (3 veces).

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

Oración a la Santísima Trinidad

Oh, Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Oh, Señor, perdona nuestros pecados. Oh, Soberano, absuelve nuestras transgresiones; Oh, Santísimo, mira y sana nuestras debilidades por tu Nombre.

Señor, ten piedad (3 veces).

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y en por siglos de los siglos.

Amén.

Oración del Señor

 

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre. Venga a nosotros  tu Reino, hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo . El pan nuestro substancial, dánoslo hoy, y perdona nuestras deudas, como perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.

Porque Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y en por los siglos de los siglos. Amén.

 

Troparios:

 Al levantarnos acudimos a Ti, Oh Bondadoso y Te entonamos, oh Omnipotente, el himno angelical : Santo, Santo, Santo eres Tú, Oh Dios, por la Santísima Madre de Dios, ten piedad de nosotros.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Del lecho y del sueño me levantaste, Señor, ilumina mi espíritu y mi corazón y abre mis labios para que Te alabe, oh Santa Trinidad, diciéndote.: Santo, Santo, Santo eres Tú, Oh Dios por la intercesión de la Deípara [Madre de Dios], ten piedad de nosotros.

 

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

El supremo Juez vendrá de improviso y las obras de cada uno serán descubiertas, por eso en medio de la noche Te invocamos con temor, Santo, Santo, Santo eres Tú, oh Dios, por tu Santa Madre ten piedad de nosotros.

 

Señor ten piedad (12 veces).

 

Oración

Al levantarme Te rindo gracias, oh Santísima Trinidad, por no haber desencadenado tu ira contra mí, pecador e indolente, en mérito de tu Bondad e infinita paciencia y por no haberme hecho perecer junto a mis iniquidades, sino que usando de tu habitual misericordia, me hayas levantado de mi letargo para que pueda desde el alba glorificar tu grandeza. Y ahora Señor, ilumina mi inteligencia, abre mis labios para instruirme con tus Palabras, comprender tus Mandamientos, y hacer tu Voluntad y alabarte confesándote en mi corazón y glorificar tu Santísimo Nombre. Padre, Hijo, y Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amén.

 

El Credo

 

Creo en un solo Dios, Padre Omnipotente, Creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios nacido del Padre, antes de todos los siglos; Luz de Luz; verdadero Dios de Dios verdadero. Engendrado no creado; consubstancial al Padre, por Quien fueron hechas todas las cosas. Quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó de los cielos y se encarnó del Espíritu Santo y María Virgen, y se hizo hombre. Fue crucificado también por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato, padeció, fue sepultado. Resucitó al tercer día según las Escrituras. Subió a los cielos y está sentado a la diestra del Padre. Y vendrá por segunda vez lleno de gloria a juzgar a los vivos y a los muertos y su Reino no tendrá fin. Y en el Espíritu Santo, Señor y Vivificador, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado que habló por los profetas.

Y en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados. Y espero la resurrección de los muertos y la vida del siglo venidero. Amén.

Oración de San Macario el Grande

Oh Dios, purifícame a mi pecador pues no he hecho nunca nada bueno en tu presencia; líbrame del malvado, y hace que tu voluntad esté en mí, para que yo pueda abrir mis labios indignos sin condenación, y alabar el Santo Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

 

 Oración segunda

 

Al despertar de mi sueño, Te ofrendo, oh Salvador, el cantar de medianoche y me prosterno diciéndote: concédeme no dormirme para morir en pecado, al contrario apiádate de mí, oh Tú que fuiste voluntariamente crucificado, y Te apresuras a levantarme que estoy postrado, rendido por la pereza, y me salvas por la oración e intercesión, y después del sueño de la noche, bendíceme con un día inmaculado y sálvame, oh Cristo, Dios.

 

Oración de San Basilio el Grande

 

Todopoderoso Señor, Dios de los poderes y de toda la carne, que vives en lo más alto y miras a los humildes, que escudriñas nuestros corazones y afectos, y sabes de antemano los secretos de los hombres; eterna e imperecedera luz, en Quien no hay cambio ni sombras de variación; Oh Rey Inmortal, recibe nuestras plegarias, Te las ofrecemos con labios impuros, confiando en tus innumerables bendiciones. Perdónanos todos los pecados cometidos en pensamiento, palabra o acción, consciente e inconscientemente, y purifícanos de toda corrupción de la carne y el espíritu. Concédenos pasar la noche de la presente vida con el corazón alerta y el pensamiento cuerdo, aguardando siempre el advenimiento del día radiante de la aparición de Tu engendrado Hijo Único, Nuestro Señor y Dios y Salvador, Jesucristo, cuando el Juez de todos ha de venir en gloria a juzgar a cada uno de acuerdo a sus actos. Ojalá no nos encuentre caídos en pecado ni ociosos, sino que despiertos y alertas para la acción, listos para acompañarlo en el divino palacio de sus bienaventuranzas donde se oye un incesante sonido de los que aceptan el festín y el inefable placer de los que contemplan la inexpresable belleza de su Rostro. Porque Tú eres la verdadera luz que iluminas y santificas a todos, y toda la creación Te canta por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración a Jesucristo

 

 Mi más misericordioso y clementísimo Dios, Señor Jesucristo, por tu gran amor Tú descendiste y tomaste al género humano para salvarlos a todos. Y otra vez, oh Salvador, sálvame por tu gracia, Te lo suplico, pues si Tú me salvaras por mis obras, esto no seria gracia ni don, sino más bien un deber. En realidad, en tu infinita compasión e indecible misericordia, Tú, mi Cristo has dicho: quienquiera que crea en Mí vivirá y nunca morirá. Si la fe en Ti salva a los desesperados, sálvame, pues Tú eres mi Dios y creador. Atribúyelo a mi fe en vez de a mis actos. Oh mi Dios, porque Tú no encontrarás actos que pudieran justificarme, pero ojalá mi fe sea suficiente para todos mis actos. Ojalá que baste y se me absuelva, y ojalá me haga participante de tu gloria eterna, y ojalá que Satán no me coja, Palabra de Dios, y se jacte que me ha separado de tu mano y rebaño. Oh Cristo, mi Salvador, quiéralo yo o no, sálvame. Apresúrate, rápido, rápido, pues perezco. Tú eres mi Dios desde las entrañas de mi madre. Concédeme, oh Dios que Te ame ahora como alguna vez amé el pecado, y también que trabaje para Ti sin pereza, como trabajé antes para el engañoso Satán. Pero únicamente trabajaré para Ti, mi Señor y Dios, Jesucristo, todos los días de mi vida, ahora y siempre, y en los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración al Angel Guardián

 

Oh Angel Santo, intercede por mi alma despreciable y mi vida apasionada, no me abandones, ni me evadas por mi intemperancia. No des lugar a que el demonio insidioso me domine a causa de la violencia de mi cuerpo mortal. Fortalece mi pobre y débil mano y guíame por el camino de la salvación. Oh Angel Santo de Dios, guardián y protector de mi cuerpo y de alma miserables, perdóname todos los insultos que Te he dirigido todos los días de mi vida, y por todos los pecados que pueda haber cometido durante la pasada noche. Protégeme durante el presente día, y escúdame de toda tentación del enemigo, para que no pueda desairar a Dios por ningún pecado. Y ruega al Señor por mí, para que Él me fortalezca en su temor, y hacerme, su siervo, digno de su bondad. Amén.

 

Oración a la Virgen

 

Mi Santísima Soberana, Madre de Dios, por tus santas y omnipotentes oraciones que destierren de mí tu humilde y despreciable servidor, el abatimiento, el olvido, la insensatez, la negligencia, y todos los pensamientos impuros, malignos e impíos de mi miserable corazón y de mi ofuscada mente. Y extingue la llama de mis pasiones, pues soy pobre y desdichado, y redímeme de mis numerosos crueles recuerdos y actos, y líbrame de todos sus nocivos efectos; pues bendita eres Tú por todas las generaciones, y glorificado sea tu muy honorable Nombre en los siglos de los siglos. Amén.

Invocación a Nuestro Santo

Ruega por mí, Santo(a) (nombre), pues con devoción acudo a Ti, rápido asistente e intercesor(a) de mi alma.

 

Canción a la Virgen

 

Alégrate, Virgen María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, Bendita eres entre las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, porque has dado a luz al Salvador de nuestras almas.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Por las oraciones de nuestros Santos Padres, Señor Jesucristo Hijo de Dios, ten piedad de nosotros.

  

 

Oraciones al ir a acostarse

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

Gloria a Ti, Nuestro Dios, gloria a Ti.

 

Oración al Espíritu Santo

 

Oh, Rey Celestial, Consolador, Espíritu de la Verdad, que estás en todas partes y que llenas todo, Tesoro de bien y Dispensador de Vida! Ven y habita en nosotros, y purifícanos de toda mancha y salva nuestras almas, Oh Bondadoso.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros (3 veces).

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos.

Amén.

 

Oración a la Santísima Trinidad

Oh, Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Oh, Señor, perdona nuestros pecados. Oh, Soberano, absuelve nuestras transgresiones; Oh, Santo, mira y sana nuestras debilidades por tu Nombre.

Señor, ten piedad (3 veces).

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos.

Amén.

Oración del Señor

 

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre. Vénganos tu Reino, hágase tu Voluntad como en los Cielos así en la tierra. El pan nuestro substancial, dánoslo hoy, y perdona nuestras deudas, como perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del maligno.

Porque Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amén.

 

Tropario Tono 6

Ten piedad de nosotros, oh Señor, ten piedad de nosotros: pues faltos de toda disculpa, nosotros, los pecadores, Te dirigimos como a Soberano esta súplica: ten piedad de nosotros.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Señor, ten piedad de nosotros, pues en Ti hemos puesto nuestra esperanza. No Te irrites demasiado contra nosotros, ni Te acuerdes de nuestras iniquidades, sino míranos porque eres benevolente, y líbranos de nuestros enemigos. Pues Tú eres nuestro Dios, y nosotros tu pueblo. Todos somos obra de tus Manos e invocamos tu Nombre.

Ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amén.

Ábrenos las puertas de la misericordia, oh bendita Deípara [Madre de Dios], para que no sucumbamos los que confiamos en Ti, sino que seamos libres con tu ayuda de toda adversidad, pues Tú eres la salvación del pueblo cristiano.

 

Señor ten piedad (12 veces).

 

Oración a Dios Padre

 

Oh Dios eterno y Rey de toda la creación, que te has dignado

conservarme hasta esta hora, perdóname los pecados que he cometido hoy con acciones, palabras y pensamientos y purifica Señor mi humilde alma de toda la impureza de la carne y del espíritu. Concédeme Señor, que duerma en paz esta noche, para que cuando me levante de mi humilde lecho pueda complacer tu Santísimo Nombre todos los días de mi vida y derribar y conquistar a los carnales y descarnados enemigos que me combaten. Líbrame oh Señor de los pensamientos vanos y las concupiscencias perversas que me manchan. Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y en los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración a nuestro Señor Jesucristo

 

Omnipotente, Verbo del Padre, perfecto por excelencia, Jesucristo, Tú, que por tu misericordia infinita, nunca abandonarás a tu servidor, sino que reposas siempre en él, Jesús Buen Pastor de tus ovejas, no me entregues a los ardides de la serpiente seductora, ni me dejes a merced de Satanás, porque el germen de corrupción está en mí. Por lo tanto, Señor Dios, ante quien nos prosternamos, Jesucristo, Rey Santo, consérvame durante mi sueño por tu luz inextinguible, por tu Santo Espíritu, con el cual santificaste a tus discípulos. Oh Señor, concede a tu indigno servidor, tu salvación en mi lecho. Ilumina mi mente con la luz de comprensión de tu Santo Evangelio, mi alma con el amor de tu Cruz, mi corazón con la pureza de tu Palabra, mi cuerpo con tu Pasión impasionada. Preserva mi pensamiento con tu humildad y estimúlame oportunamente para glorificarte, pues Tú eres supremamente alabado con Tu Padre co-eterno y el Santísimo Espíritu por siempre. Amén.

 

Oración al Espíritu Santo

 

Señor Rey de los cielos, Consolador, Espíritu de Verdad, ten misericordia y piedad de mí tu servidor pecador e indigno y absuelve todos los pecados que humanamente cometí hoy, y no sólo como hombre, incluso peor que una bestia, mis pecados voluntarios e involuntarios cometidos en conciencia o ignorancia, los de mi juventud y por falsas sugerencias, aquellos que son frutos de la temeridad o de la aflicción. Si he jurado por tu Nombre, o lo he vilipendiado en mi pensamiento, o he reprochado a alguien, o en mi ira he injuriado o calumniado.

Si a alguien he entristecido, o si me he enojado por nada, si he mentido, si he dormido innecesariamente, si un mendigo ha acudido a mí y lo he despreciado, si causo pena a mi hermano o discutido con él, o si he juzgado a alguno, si me he envanecido, o enorgullecido, o si la ira me dominó o si durante la oración mi mente se ha distraído por la fascinación de este mundo, si mi imaginación se ha complacido en pensamientos impuros, si me entregué a la gula o a la embriaguez, o si he reído en exceso, o he pensado mal, si he codiciado lo ajeno, o he pronunciado palabras ilícitas, o me he burlado de las faltas de mi prójimo, cuando las mías son innumerables, o he descuidado la oración o he incurrido en cualquier otro pecado que no puedo recordar, todo esto y mucho más, Te confieso hacedor mío Soberano, apiádate de mi, tu afligido e indigno, servidor redímeme, absuélveme y perdóname en tu bondad y amor a los hombres, a fin de que lascivo, pecaminoso y despreciable como soy, pueda acostarme y gozar de un sueño tranquilo y venerar, alabar y glorificar tu Honorabilísimo Nombre, con el Padre y Su Hijo Unigénito, ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Oración a nuestro Señor Jesucristo

 

Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios, por merced a tu Honorabilísima Madre, a tus Angeles a tu Profeta, Precursor Juan Bautista, a los Apóstoles inspirados de Dios, a los radiantes y victoriosos mártires,a los venerables y teóforos Padres y por las oraciones de todos los Santos, líbrame del constante acoso del demonio.

Mi Señor y Hacedor, que no deseas la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, otórgame también la conversión a mí, réprobo e indigno como soy. Arrebátame de las fauces de la malvada serpiente, que procura devorarme y arrastrarme vivo al infierno.

Mi Señor y mi Consuelo, que te encarnaste por mí, miserable, redímeme de la miseria, y concede el consuelo a mi alma desventurada. Implanta en mi corazón el deseo de cumplir tus preceptos y que pueda abandonar mis malignas acciones, para poder recibir tus Bienaventuranzas. Sálvame, pues en Ti, Señor, pongo mis esperanzas.

 

Oración a la Santísima Madre de Dios

 

Oh Madre Benigna del buen Rey, Purísima y siempre Bendita Deípara María, derrama en mi alma apasionada la gracia de tu Hijo y nuestro Dios y guíame por tus oraciones en el cumplimiento de las buenas obras, a fin de que pase sin pecado el curso de mi vida y obtenga el Paraíso, por tu intercesión. Virgen Madre de Dios, Única, Purísima y Bendita.

 

Oración al Angel Guardián

 

Oh Angel de Cristo, Santo Guardián y Protector de mi alma y de mi cuerpo, perdóname todos mis pecados de hoy. Líbrame de todos los ardides del enemigo, para que no encolerice a mi Dios con ningún pecado. Ruega por mí, pecador e indigno servidor, para presentarme digno de la bondad y misericordia de la Santísima Trinidad, de la Madre de mi Señor Jesucristo, y de todos los Santos. Amén.

 

 

 

Kontaquio a la Virgen María

 

Yo tu ciudad oh Madre de Dios, Te canto una canción de triunfo, oh guerrera y defensora. Y Te presento el agradecimiento oh libradora de los apuros y como Tú eres invencible, líbrame de las múltiples desgracias para exclamarte: Regocíjate, Oh Novia no desposada.

Muy loable, Siempre Virgen, bendita Madre de Cristo Dios, ofrece nuestras plegarias al Hijo y nuestro Dios, rogándole para que salve por tu mediación, nuestras almas.

Deposito toda mi esperanza en Ti, oh Madre de Dios. Escúdame bajo tu amparo.

Oh Virgen Madre de Dios no me rechaces a mí, pecador, exigiendo tu auxilio y protección, pues mi alma ha puesto en Ti su confianza y apiádate de mí.

Oración de San Joanicio

 El Padre es mi Esperanza, el Hijo mi Refugio, el Espíritu Santo mi Albergue, Oh Santísima Trinidad, Gloria a Ti.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos.

Amén.

Señor ten piedad (3 veces).

Señor Jesucristo, Hijo de Dios por las oraciones de tu Purísima Madre, por nuestros venerables y teóforos Padres y por todos los Santos, sálvame a mí, pecador.

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Versión preparada por e padre Juan bautista Vásquez Lazo ; con la conlaboración de Alejandro Llano Berríos, y Luis Fernando Vásquez Moncayo.

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Traparios y Kontaquios

Para todo el año

Troparios de Melodías.

Tono 1

Tropario: Cuando la piedra fue sellada por los judíos y tu Purísimo cuerpo fue custodiado `por los guardias, resucitaste al tercer día, oh Salvador, concediendo al mundo la vida. ,Por lo tanto, los poderes celestiales clamaron a Ti, oh dador de vida: gloria a tu resurrección, oh Cristo, Gloria a tu dominio. Gloria a tu plan de salvación, oh único, amante de la humanidad.

Teotoquio: al anunciarte Gabriel, oh Virgen, regocíjate con esa exclamación se encarnó en Ti el Señor de todo, Oh arca sagrada, como lo dijo el justo David; fuiste hecha más extensa que los cielos, llevando a Tu Creador. Gloria al que en Ti habitó, gloria al que de Ti brotó, gloria al que por Tu alumbramiento nos ha libertado.

Kontaquio: Tú como Dios, Te has levantado de la tumba y has revivificado el mundo; la naturaleza humana, por eso, Te canta a Ti, que eres Dios, y la muerte está vencida. Adán regocija, oh Maestro, y Eva, ahora libertada de sus vínculos se alegra y exclama, Tú, oh Cristo, eres el que a todos da resurrección.

Tono 2

Tropario: Cuando fuiste a la muerte, oh vida inmortal, aniquilaste al infierno con el relámpago de tu divinidad. Y cuando levantaste a los muertos que estaban bajo la tierra, clamaron a Tí todos los poderes celestiales: oh Cristo  Dios, dador de vida, gloria a Ti.

Teotoquio: Sobremanera glorioso trascendiendo todo entendimiento son todos Tus misterios, oh Madre de Dios, porque siendo sellada en pureza y preservada en virginidad fuiste reconocida en verdad como la Madre que diste a luz al Dios verdadero. por tanto, ruégale que salve nuestras almas.

Kontaquio: Te has levantado de la tumba, Salvador Todopoderoso, y el hades, viendo esta maravilla, se amedrentó y los muertos resucitaron. la creación también se regocija contigo, y se alegra Adán. el mundo, Salvador mío, Te canta para siempre.

Tono 3

Tropario: Alégrense los cielos y regocíjese la tierra, porque el Señor hizo prodigio con su diestra; aniquiló la muerte con la muerte y fue el primogénito entre los muertos, y nos salvó de lo profundo del infierno, concediendo al mundo la gran misericordia.

Teotoquio: Te cantamos a Ti, que eres mediadora por la salvación de nuestra raza, Virgen Madre de Dios, porque en la carne que de Ti tomó, Tu Hijo, y Dios nuestro, después de aceptar la pasión de la cruz, nos redimió de la corrupción, porque el es amante de los hombres.

Kontaquio: Este día, Tú, oh compasivo, Te has levantado de la tumba, y nos has conducido fuera de las puertas de la muerte. Este día Adán se exulta y Eva se regocija; con ellos los profetas y patriarcas alaban sin cesar el divino poder de Tu autoridad.

Tono 4

Tropario: Las discípulas del Señor supieron del ángel  la gozosa proclamación  de la resurrección y la abolición del juicio ancestral; y anunciaron con orgullo a los Apóstoles: la  muerte es vencida, resucitó Cristo Dios, concediendo al mundo la gran misericordia. 

Teotoquio: el misterio escondido desde la eternidad e ignorado de los ángeles se reveló a los terrestres por medio de Ti, oh Madre de Dios. Dios se encarnó en unión sin confusión, y por nuestra causa aceptó voluntariamente la cruz; y por ella se levantó al que había formado primero, y salvó nuestras almas de la muerte.

Kontaquio: el Salvador y Redentor mío, siendo Dios, ha librado a los terrestres de sus cadenas y ha roto las puertas del hades, y siendo Maestro, ha resucitado al tercer día.

Tono 5

Tropario: Alabemos nosotros los fieles y prosternémonos  ante el Verbo, coeterno con el Padre y el Espíritu, que nació de la Virgen para nuestra salvación; porque consintió ser elevado en el cuerpo sobre la cruz; y soportó la muerte y resucitó a los muertos con su gloriosa resurrección.

Teotoquio: Regocíjate, oh Puerta Inviolable de¡ Señor. Regocíjate, oh Muro y Protección de los que a Ti se apresuran. Regocíjate, oh Refugio quieto que nos has conocido varón, oh Tú que has dado a luz en la carne a Tu Creador y Dios, seguirás intercediendo por los que alaban y adoran Tu alumbramiento.

Kontaquio: al hades, Salvador mío, descendiste y quebrantaste sus puertas, siendo Todopoderoso. y levantaste contigo a los muertos, siendo Creador, y destruiste el aguijón de la muerte. Adán también ha sido libertado de la maldición, oh Amante de la humanidad, y por tanto, todos clamamos, oh Señor, sálvanos.

Tono 6

Tropario: Los poderes celestiales aparecieron sobre tu sepulcro y los guardias quedaron como muertos. Y María entró al sepulcro buscando tu cuerpo Purísimo; Venciste al infierno sin ser tentado por él. Saludaste a la Virgen. Concediste la vida. Tú que resucitaste de entre los muertos, Señor gloria a Ti. 

Teotoquio: el que Te llamó, Madre bendita, fue a sufrir voluntariamente, queriendo rescatar a Adán y resplandeció desde la Cruz, diciendo a los ángeles, regocijaos conmigo, porque ha encontrado la dracma perdida. Gloria a Ti, oh Dios, que todo ¡o has ordenado con sabiduría.

Kontaquio: Levantando a todos los muertos con Tu vivificante mano de los valles tenebrosos, Cristo Dios nuestro, Dador de vida, quiso conceder la resurrección a esta masa humana. Porque el es Salvador de todos, la Resurrección, la Vida y Dios de todos.

Tono 7

Tropario: Destruiste la muerte con tu cruz y abriste el paraíso al ladrón. Y mudaste los lamentos de las miróforas, y ordenaste a tus discípulos que predicasen; que resucitaste oh Cristo Dios, concediendo al mundo la gran misericordia.

Teotoquio: Siendo Tú el Tesoro de nuestra resurrección, Tú que eres alabada de todos, condúcenos de¡ abismo y profundidad de la transgresión a nosotros que ponemos en Ti nuestra Esperanza, porque has salvado a los culpables de pecado, habiendo dado a luz al Salvador, oh Tú que fuiste Virgen antes de¡ alumbramiento, en el alumbramiento, y después de¡ alumbramiento.

Kontaquio: el dominio de la muerte no puede dominar más al hombre, porque Cristo ha descendido aboliendo y destruyendo su poder. el hades ya está vinculado, y los profetas se regocijan diciendo unánimes: el Salvador ha aparecido a los que tienen fe, salid, oh fieles, a la resurrección.

Tono 8

Tropario: Descendiste desde las alturas, oh compasivo, aceptaste ser sepultado por tres días por salvarnos de nuestros  sufrimientos. Vida y resurrección nuestra, Señor, gloria a Ti. 

Teotoquio: Tú que por nuestra causa naciste de una Virgen, oh Bondadoso y sufriste la crucifixión destruyendo la muerte por la muerte, y siendo Dios, manifestaste la resurrección. No desprecies las obras de Tus manos. Muestra Tu amor a los hombres, oh misericordioso. Recibe la intercesión hecha por nuestra causa por la Madre de Dios, que Te dio a luz, y salva a Tu angustiado pueblo, oh Salvador nuestro.

Kontaquio: Habiéndote levantado de la tumba, Tú has dado vida a los muertos y has levantado a Adán. y Eva se regocija por Tu resurrección. y todos los confines de la tierra están triunfantes a causa de Tu resurrección de entre los muertos, oh Tú que eres grande en misericordia.

 

Troparios, Teotoquios y Kontaquios

Para los Días de la Semana

Los Lunes, a Las Potestades Incorpóreas,

Tropario tono 4:

Adalides de las huestes celestiales, nosotros los indignos os imploramos que por vuestras suplicas nos cobijéis bajo el amparo de las alas de vuestra gloria inmaterial, protegiendo a los que caemos, y clamamos con diligencia: Redimidnos del peligro, vosotros los adalides de los ejércitos de las potestades en lo alto.

Teotoquio, en el mismo tono:

A la Purísima criada en el templo para el Santo de los Santos, a la que estaba revestida de fe, de sabiduría y de intachable virginidad, el Adalid le trajo la salutación y el saludo de los cielos: Salve, Bienaventurada; Salve, Gloriosa, el Señor esta contigo.

Kontaquio tono 2:

Adalides de Dios, ministros de la gloria adivina, guías de los hombres y jefes de los incorpóreos, pedid lo que es útil para nosotros y grande misericordia, pues sois los adalides de los incorpóreos.

Los Martes, al Precursor,

Tropario tono 2:

La conmemoración del Justo es acompañada de veneración, mas para ti, Precursor, es suficiente el testimonio del Señor, pues te has revelado como el mis laureado de los profetas, porque te fue concedido bautizar en las corrientes a Aquel a quien predicabas. y habiendo luchado con regocijo por la verdad, anunciaste también a los que estaban en el infierno a Dios manifestado en la carne, el que quita los pecados del mundo y que nos concede grande misericordia.

Teotoquio, en el mismo tono:

Nosotros hemos sido hechos partícipes de la naturaleza divina por medio de ti, Madre de Dios, siempre-virgen, porque diste a luz para nosotros a Dios encarnado. por tanto, justamente, todos con piedad te engrandecemos.

Kontaquio tono 3:

La que antes era estéril ahora da a luz al Precursor de Cristo, el cumplimiento de todas las profecías, porque en el Jordán impuso las manos sobre el que fue anunciado por los profetas, y se reveló como el Profeta de Dios Verbo, Predicador y Precursor.

Los Miércoles, a la Madre de Dios al Pie de la Cruz,

Tropario tono 1:

Salva, Señor, tu pueblo y bendice tu heredad; concede victoria a los cristianos ortodoxos sobre el Enemigo, y por tu Cruz, conserva tu comunidad.

Estavro-teotoquio, tono 1:

Teniendo tu protección, Inmaculada, y liberados por tus súplicas de angustia, y guardados en todo por la Cruz de tu Hijo, como es justo, todos con piedad te engrandecemos.

Kontaquio tono 4:

Tu, que de tu propia voluntad, fuiste levantado sobre la Cruz, concede tus mercedes al nuevo pueblo que es llamado por tu nombre, Cristo Dios nuestro; haz alegrarse con tu poder tu pueblo fiel, concediendo victoria sobre el Adversario a los que gozan de tu ayuda, armadura de paz, trofeo invencible.

Los Jueves, a los Apóstoles

Y a Nicolás el Taumaturgo,

Tropario a los Apóstoles, tono 3:

Santos Apóstoles, interceded con Dios misericordioso, que conceda perdón de ofensas a nuestras almas.

Tropario a Nicolás, tono 4:

La verdad de tus obras te mostró ante tu grey como canon de la fe, ejemplo de virtud, maestro de abstinencia; así como por la humildad obtuviste las alturas y por la pobreza las riquezas, oh padre y jerarca Nicolás, ruega a Cristo Dios que salve a nuestras almas.

Teotoquio:

Al Verbo del Padre, Cristo Dios nuestro, le hemos conocido encarnado de ti: Madre de Dios Virgen, la única pura, la única bienaventurada. por tanto, sin cesar te cantamos y te engrandecemos.

Kontaquio a los Apóstoles, tono 2:

A los tenaces Predicadores inspirados de Dios, jefes de tus Discípulos, Señor, los recibiste en el gozo de tus bienes y en el reposo; aceptaste su aflicción y su muerte como más preciosas que los holocaustos, tu que eres el Unico que conoces el corazón.

Kontaquio a Nicolás, tono 3:

En Mira, Santo, te revelaste como gran sacerdote, pues habiendo cumplido, Venerable, el Evangelio de Cristo, ofreciste tu vida por tu pueblo, salvaste a los inocentes de la muerte, y fuiste santificado, como iniciado de la gracia de Dios.

Los Viernes, a la Santa Cruz

Los Troparios, etc. como los del miércoles

Los Sábados, a Todos los Santos

Y por los Difuntos

Tropario a todos los santos, tono 2:

Apóstoles, Mártires, Profetas, Obispos, Venerables y Justos, que habéis peleado la buena batalla, preservando la fe, tenéis temeridad con el Salvador, suplicadle al que es bueno, rogamos, que salve nuestras almas.

 

Tropario por los Difuntos, tono 8:

Acuérdate, Señor Bondadoso, de todos tus siervos, y perdónales todos los pecados de sus vida, pues fuera de ti no hay ninguno sin pecado, que pueda dar reposo a los difuntos.

Teotoquio:

Padre de la Luz inefable, con himnos angelicales te honramos y con piedad te engrandecemos.

Kontaquio por los Difuntos, tono 8:

Con los Santos, reposa, Cristo, las almas de tus siervos, donde no hay enfermedad ni dolor ni gemido, sino la vida eterna.

Kontaquio a Todos los Santos, tono 8:

Como primicias de la naturaleza al Sembrador de la creación. el mundo te ofrece, Señor, a los mártires teoforos por sus intercesiones y por la Madre de Dios, conserva tu Iglesia y tu dominio en la paz profunda, Tu que eres grande en misericordia.

 

 

Troparios para las Fiestas del Año

Litúrgico Movibles

• Domingo de Ramos Entrada del Señor a Jerusalén (8 días antes de la Sta. Resurrección).

• Pascua de Resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (S días después de Domingo de Ramos) Ascensión de nuestro Señor (40 días después de la Sta. Resurrección) Pentecostés (50 días después de la Sta. Resurrección).

Domingo de Ramos o Entrada del Señor a Jerusalén

Tropario Tono 1: Asegurando antes de Tu pasión la resurrección general, oh Cristo Dios, levantaste a Lázaro de los muertos. por lo tanto también nosotros, llevando el signo de la victoria, Te clamamos como los niños; Hosanna en las alturas. Bendito es el que viene en nombre del Señor.

Kontaquio Tono 6: Oh Cristo Dios que estás llevando en el cielo sobre el trono y en la tierra sobre el pollino, aceptaste la alabanza de los ángeles y la glorificación de los niños que Te clamaron: Bendito el que viene para librar a Adán.

Pascua de Resurrección

Tropario Tono 1 o 5: Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con la muerte, y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.

Kontaquio Tono 8: Aunque descendiste al sepulcro Tú eres inmortal; destruiste el poder del infierno y resucitaste como vencedore, oh Cristo Dios; y dijistes a las mujeres miroforas: regocijáos. Y a tus Apóstoles otorgaste la paz. Tú que concedes a los caídos la resurrección.

Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo

(40 Días Después de Resurrección).

Tropario Tono 4: Ascendiste con gloria, Oh Cristo nuestro Dios; y  regocijaste a tus discípulos con la promesa del Espíritu Santo. Porque creyeron en tu bendición de que Tú eres verdaderamente el Hijo de Dios, el Salvador del mundo.

Kontaquio Tono 6: Habiendo cumplido la dispensación para con nosotros y unido todo lo terrenal con lo celestial, ascendiste en la gloria, oh Cristo Dios, sin apartarte de nosotros, sino permaneciendo inseparable y prometiendo a los que Te aman: estoy con vosotros y nadie estará con vosotros.

 

Domingo de Trinidad, Pentecostés

(50 días después de resurrección).

Tropario Tono 8: Bendito eres Tú, Oh Cristo nuestro Dios, que mostraste a los pescadores lleno de sabiduría, derramando sobre ellos el Espíritu Santo, y por medio de ellos al univero conquistaste, amante de la Humanidad, gloria a Ti.

Kontaquio Tono 8: Cuando el Altísimo descendió, confundió las lenguas y cuando distribuyó las lenguas de fuego, llamó a todos a la unidad, por eso iodos al unísono glorificamos al Espíritu santísimo.

 

Fiestas del Año

Litúrgico Inmovibles

1. Natividad de la Sma. Virgen María Septiembre 8/21

2. Exaltación de la Sta. Cruz Septiembre 14/27

3. Entrada al Templo de la Sma. Madre de Dios Noviembre 21 /Diciembre 04

4. Natividad de nuestro Señor Diciembre 25/Enero 07

5. Epifanía de nuestro Señor Enero 06/19

6. Presentación al Templo de nuestro Señor Febrero 2/15

7. Anunciación de la Sma. Madre de Dios Marzo 25/Abril 07

8. Transfiguración de nuestro Señor Agoslo 6/19

9. Dormición de la Sma. Madre de Dios Agosto 15/28

Septiembre 8/21: Natividad de la Santísima Virgen

Tropario Tono 4: Tu nacimiento, oh Madre de Dios, anunció el gozo a todo el universo, porque de Ti resplandeción el sol de Justicia, Cristo dios nuestro: porque aniquilando la maldición nos concedió la bendición y destruyendo la muerte, nos otorgó la vida eterna.

Kontaquio Tono 4: Joaquín y Ana fueron liberados del reproche de la esterilidad, Adán y Eva de la corrupción de la muerte, oh Purísima, por Tu santa Natividad, por eso Tu pueblo celebra este acontecimiento, por haber sido redimido del delito del pecado, celebra exclamándote: la estéril dé a luz a Madre de Dios, nutridora de nuestra vida.

 

Septiembre 14/27: Exaltación de la Santa Cruz

 

Tropario Tono 1: Salva oh Señor a tu pueblo y bendice a tu heredad; concede a tus fieles la Victoria sobre sus enemigos y protege a los tuyos por tu Santa Cruz.

 Kontaquio, Tono 4: Oh Cristo Dios, Tú que voluntariamente fuiste levantado sobre la cruz. Concede Tu misericordia al pueblo nuevo llamado por Tu nombre. Alegra con Tu poder a los reyes ortodoxos, concediéndoles victoria sobre sus adversarios, teniendo por auxilio Tu arma de paz, la victoria invencible.

Trisagion

Ante tu Cruz nos postramos ¡Oh, Soberano! y tu Santa Resurrección glorificamos (3 veces).

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Y tu Santa Resurrección glorificamos.

Ante tu Cruz nos postramos ¡Oh, Soberano! y tu Santa Resurrección

 

Noviembre 21/ Diciembre 04: La Entrada al Templo de la Sma. Virgen María

Tropario Tono 4: Hoy es  preludio de la buena voluntad de Dios y es el principio de la predicacion salvadora a la humanidad. La Virgen se presenta claramente en el templo de Dios y preanuncia Cristo a todos. Aclamemos con voz potente diciendo: ¡Salve, tú eres el cumplimiento del plan redentor del Creador!.

Kontaquio Tono 4: el más puro templo del Salvador, la preciosa cámara nupcial y virgen, el sagrado tesoro de la gloria de Dios, es traído en este día a la Casa del Señor, trayendo con ella la gracia que está en el Espíritu Divino. y los ángeles de Dios le cantan alabanza: ella es el tabernáculo celestial.

 

Diciembre 25/Enero 07: Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

Tropario Tono 4: Tú nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, ha hecho  resplandecer sobre el mundo la luz de sabiduría. Porque los que se postraban ante los astros, aprendieron del astro, a adorarte a Ti, Oh Sol de Justicia. Y saber, que viniste del resplandor de las alturas, oh Señor, gloria a Ti.

Kontaquio Tono 3: Hoy la virgen da a luz al excelso en esencia. la tierra ofrece la gruta al que es inaccesible. los ángeles con los pastores alaban, y los magos siguen la estrella en el camino. Porque por nosotros ha nacido un Párvulo nuevo, que es Dios pre-eterno.

Enero 06/19: Epifanía de nuestro Señor y Salvador Jesucristo

Tropario Tono 1: Cuando fuiste bautizado Señor, en el Río Jordán, fue revelada la adoración a la Santísima Trinidad. Porque la voz del Padre se adelantó dando testimonio, llamándote: “Hijo muy amado”. Y el Espíritu en forma de paloma, confirmó la inmutabilidad de esas palabras. ¡Oh Cristo Dios, que apareciste al mundo, Gloria a Ti!

Kontaquio Tono 4: Hoy Te has aparecido al mundo y Tu luz, oh Señor, se ha grabado sobre nosotros que, conociéndote, Te cantamos: has venido y Te has manifestado, oh luz inaccesible.

Febrero 2/15: Presentación al Templo de Nuestro Señor Jesucristo

Tropario Tono 1: Salve, oh Virgen Madre de Dios llena de gracia,  porque de Ti resplandeció el Sol de Justicia, Cristo Dios nuestro; iluminando a los que están en las tinieblas. Alégrate y regocíjate, oh justo anciano, llevando en tus brazos al libertador de nuestras almas, y el que nos concede la resurrección.

Kontaquio Tono 1: Tú que por Tu nacimiento santificaste las entrañas virginales y bendeciste los brazos de Simeón como era conveniente y nos salvaste hoy, Cristo Dios, concede paz, en tiempo de las guerras y fortifica a los cristianos ortodoxos a quienes amaste oh Unico amante de la humanidad.

Marzo 25/Abril 07: La Anunciación de la Sma. Virgen María

Tropario Tono 4: Hoy es el principio de nuestra salvación y la revelación del misterio antes de todo los siglos; porque el Hijo de Dios se hace Hijo de la Virgen. El ángel  Gabriel anuncia la gracia. Y junto a él nosotros clamamos a la Madre de Dios: Salve, Oh llena de gracia, el Señor es contigo.

Kontaquio Tono 8: Oh Madre de Dios,  nosotros Tu pueblo  triunfante agradecidos Te cantamos, Oh guerrera y protectora. Oh Libertadora de los afligidos  y como eres invencible, líbrame de las desgracias para exclamarte: Regocíjate, Oh novia no desposada.

  

Agosto 6/19: Transfiguración de nuestro Señor Jesucristo

Tropario Tono 7: Cuando te transfiguraste, Oh Cristo Dios, en el Monte Tabor, revelaste Tu gloria a tus discípulos según la pudieron captar. Haz resplandecer sobre nosotros pecadores tu Luz eterna, por la intercesión de la Madre de Dios, Tú que concedes la Luz, gloria a Ti

Kontaquio: Te transfiguraste, oh Cristo Dios, Tus discípulos vieron Tu Gloria según pudieron contemplar; para que cuando Te vean Crucificado, comprendan que Tu muerte es voluntaria, y proclamasen al mundo, que verdaderamente Tú eres el resplandor del Padre

Agosto 15/28: Dormición de la Sma. Madre de Dios

Tropario Tono 1: En tu alumbramiento conservaste tu virginidad y en tu dormición no olvidaste al mundo, Oh Madre Dios. Puesto que te has traslado a la Vida, oh Madre de la Vida; por tu intercesión libra de la muerte a nuestras almas.

 

Kontaquio Tono 2: Oh intercesora de los cristianos, nunca rechazada y mediadora perenne ante el Creador, no desprecies  las súplicas de nosotros los pecadores, sino en tu bondad extiende tu ayuda a nosotros que con fe te invocamos. No tardes en venir a nuestro auxilio y aumenta las súplicas, Oh Madre de Dios, que siempre proteges a los que te honran.

 

 

 

 Troparios y Kontaquios

Comunes de los Santos

Los Troparios y Kontaquios siguientes se cantan en las conmemoraciones de los santos cuando no los hay especiales:

A LA SANTISIMA Virgen

 Tropario tono 4: Oh intercesora de los cristianos, nunca rechazada y mediadora perenne ante el Creador, no desprecies  las súplicas de nosotros los pecadores, sino en tu bondad extiende tu ayuda a nosotros que con fe te invocamos. No tardes en venir a nuestro auxilio y aumenta las súplicas, Oh Madre de Dios, que siempre proteges a los que te honran.

otro troparion: Jamás callaremos, Madre de Dios, mas declararemos tus poder, aunque somos indignos, porque si tú no hubieras intercedido, ¿quién nos habría libertado de tantos peligros? ¿Quién nos habría guardado libres hasta ahora? No nos apartaremos de ti, Señora, porque siempre salvas a tus siervos del mal.

Kontaquio tono 6: No tenemos otro auxilio, no confiamos en otro fuera de ti, Señora; ayúdanos, en ti nos confiamos, y en ti nos gloriamos, porque somos tus siervos; no dejes que seamos avergonzados.

A LAS POTESTADES INCORPOREOS

Tropario tono 4: Adalides de las huestes celestiales, nosotros los indignos os imploramos que por vuestras súplicas nos cobijéis con el amparo de las alas de vuestra gloria inmaterial, protegiendo a los que caemos, y clamamos con diligencia, Redimidnos del peligro, vosotros los adalides de los ejércitos de las potestades en lo alto.

Kontaquio tono 2: Adalides de Dios, ministros de la gloria divina, guías de los hombres y jefes de los incorpóreos, pedid lo que es útil para nosotros y grande misericordia, como sois los adalides de los incorpóreos.

A UN PROFETA

 Tropario tono 2: Celebrando la memoria de tu Profeta, Nombre, Señor, por él te imploramos que salves nuestras almas.

Kontaquio tono 4: Purificado por el Espíritu, tu corazón puro se hizo vasija de la profecía mas clara, pues veías como presentes las cosas lejanas. por eso, te honramos, bienaventurado Profeta, Nombre, glorioso.

A UN APOSTOL

Tropario tono 3: Santo Apóstol, Nombre, intercede con Dios misericordioso que conceda perdón de ofensas a nuestras almas.

Kontaquio tono 4: Como astro resplandeciente, la Iglesia te ha adquirido, santo Ap6stol Nombre, siendo iluminada por los muchos milagros que tu le otorgas. por eso clamamos a Cristo: Salva a los que con fe honramos la memoria de tu Apóstol, tu que eres grande en misericordia.

A VARIOS APOSTOLES

 Tropario tono 3: Santos Apóstoles, interceded con Dios misericordioso, que conceda perdón de ofensas a nuestras almas.

Kontaquio tono 4: Como vides de la viña de Cristo, os habéis revelado, Sabios, trayendo vuestras virtudes como racimos, vertiendo sobre nosotros el vino de la salvación, y de él participando, nos llenamos de alegría. Celebramos vuestra memoria. Rogad que nos conceda grande misericordia y remisión de pecados, vosotros los Apóstoles del Señor.

A UN PRELADO

Tropario tono 4: Canon de fe, icono de mansedumbre y maestro de abstinencia te ha revelado a tu rebaño la verdad de tus obras. Así ganaste, Padre Obispo Nombre, exaltación por tu humildad y riquezas por tu pobreza. Intercede con Cristo Dios que salve nuestras almas.

Kontaquio tono 2: Trueno divino, Trompeta espiritual, Sembrador de fe, Borrador de herejía, que agradaba a la Trinidad, grande Obispo, Nombre, que estás siempre con los ángeles, ruega sin cesar por todos nosotros.

A VARIOS PRELADOS

 Tropario tono 4: Dios de nuestros padres, que siempre nos tratas según tu clemencia, no apartes de nosotros tu misericordia, mas por sus intercesiones, guía nuestra vida en paz.

Kontaquio tono 8: Como maestros de virtudes y adornos de la jerarquía, la Iglesia os glorifica con himnos. por vuestras intercesiones, concededles a los que os honramos con amor progreso en virtud y liberación de peligros.

 

A UN MONJE VENERABLE

 Tropario tono 8: En ti fue seguramente preservada la imagen, porque tomando tu cruz, seguiste a Cristo, y por tus obras nos enseñas a despreciar la carne como pasajera, y a cuidar del alma como inmortal. por eso, con los ángeles, se regocija tu espíritu, Venerable Nombre.

Kontaquio tono 2: Armado divinamente de pureza de alma y blandiendo la poderosa lanza de la oración incesante, has traspasado los rangos de los demonios, Nombre, Padre nuestro. Ruega sin cesar por todos nosotros.

A VARIOS MONJES VENERABLES

Tropario tono 4: Dios de nuestros padres, que siempre nos tratas según tu clemencia, no apartes de nosotros tu misericordia, mas por sus intercesiones, guía nuestra vida en paz.

Kontaquio tono 2: Habiendo pasado sin daño por la multitud de ondas tumultuosas, habéis hundido poderosamente a los enemigos invisibles con las corrientes de vuestras lágrimas, vosotros que sois divinamente sabios y venerables. Habiendo recibido el don de milagros, rogad sin cesar por todos nosotros.

 

A UN MARTIR

 Tropario tono 4: Tu mártir Nombre, Señor, por sus tribulaciones recibid de ti la corona de la incorrupción, Dios nuestro, porque por tu potencia ha derrotado a los tiranos, y ha vencido las afrentas impotentes de los demonios. por sus intercesiones, salva nuestras almas.

Kontaquio tono 2: Como astro resplandeciente has aparecido, no oscurecido por el mundo, pregonando con tus rayos a Cristo, el Sol de Justicia, Nombre, portador de la pasión, y has extinguido toda vanidad, concediéndonos luz. Intercede sin cesar por todos nosotros.

A VARIOS MARTIRES,

Tropario tono 4: Tus mártires, Señor, por sus tribulaciones recibieron de ti la corona de la incorrupción, Dios nuestro, por tu potencia han derrotado a los tiranos y han vencido las afrentas impotentes de los demonios. por sus intercesiones salva nuestras almas.

Otro Tropario tono 1: Por las aflicciones de los Santos, que por tu causa sufrieron, recibe sus suplicas, Señor, y sana todas nuestras dolencias, Amante de los hombres, te rogamos.

Kontaquio tono 2: Revelando como brillantes lámparas, Mártires divinos, habéis iluminado con la brillantez de milagros a toda la creación, aliviando la enfermedad y desparramando la oscuridad, y rogando sin cesar a Cristo Dios por todos nosotros.

A UN HIEROMARTIR

 Tropario tono 4: Siendo no solo participante de la vida de los Apóstoles, sino también su sucesor en el trono, tu que eres inspirado de Dios, encontraste tu obra por ascender a la contemplación. por eso, repartiendo rectamente la palabra de la verdad, tu has sufrido hasta la sangre, Hieromártir, Nombre, intercede con Cristo Dios que salve nuestras almas.

Kontaquio tono 1: En el sacerdocio te distinguiste grandemente, y completaste el camino del martirio. Extinguiste la adoración de ídolos y te hiciste campeón para tu rebano, tu que eres divinamente sabio. por eso, venerándote, te clamamos místicamente, redímenos de los peligros por tus intercesiones, renombrado Nombre.

A VARIOS HIEROMARTIRES

 Tropario tono 4: Dios de nuestros padres, que siempre nos tratas según tu clemencia, no apartes de nosotros tu misericordia, mas por sus intercesiones guía nuestra vida en paz.

Kontaquio tono 3: Como a luminares del Sol de la sabiduría que no tiene ocaso, nos hemos congregado hoy para alabarlos en himnos. Habéis brillado en la oscuridad de la ignorancia y habéis llamado a todos a la altura de la piedad, Hieromártires, y os clamamos, Regocijaos, vosotros que sostenéis a los ascetas.

A UN MONJE MARTIR

 Tropario tono 8: En ti fue seguramente preservada la imagen, porque tomando tu cruz, seguiste a Cristo, y por tus obras nos enseñas a despreciar la carne como pasajera, y a cuidar del alma como inmortal. por eso, con los ángeles, se regocija tu espíritu, venerable Nombre.

Kontaquio tono 2: Como a un asceta probado en piedad, honrado atleta preparado, habitante fuerte de corazón y testigo en el desierto, exaltemos con himnos a Nombre, siempre venerado, porque aplasto a la serpiente.

A VARIOS MONJES MARTIRES,

Tropario tono 4: Dios de nuestros padres, que siempre nos tratas según tu clemencia, no apartes de nosotros tu misericordia, mas por sus intercesiones guía nuestra vida en paz.

Kontaquio tono 2: Habiendo pasado sin daño por la multitud de ondas tumultuosas, habéis hundido a los enemigos invisibles con las corrientes de vuestras lágrimas, vosotros que sois divinamente sabios y venerables. Habiendo recibido el don de milagros, rogad sin cesar por todos nosotros.

A UNA MUJER MARTIR

 Tropario tono 4: Tu corderilla N., Jesús, te clama en voz alta, te anhelo, Novio mío, y buscándote contiendo y soy crucificada y enterrada en el bautismo, y por ti sufro, para poder reinar contigo. Muero por ti para vivir en ti. y como sacrificio sin mancha acéptame a mi que con anhelo me sacrifico. por sus intercesiones, Compasivo, salva nuestras almas.

Kontaquio tono 2: Siendo tu venerado templo como curación de almas, todos los fieles te clamamos, Virgen Mártir, renombrada Nombre, ruega sin cesar a Cristo Dios por nosotros.

A VARIAS MUJERES MARTIRES

 Tropario tono : Vosotras, corderillas razonables, llegasteis a Cristo el Cordero y Pastor, por el martirio. Habéis completado la carrera y habéis guardado la fe. Por eso, hoy con alma alegre celebramos vuestra santa y maravillosa memoria.

Kontaquio tono 4: La memoria de las portadoras de la pasión de Cristo celebramos, con fe pidiéndoles auxilio y que nos liberten de toda tribulación, y clamando: Con nosotros es Dios, que quiso glorificarlas.

A UNA MONJA

Tropario tono 8: En ti fue seguramente preservada la imagen, porque tomando la cruz, seguiste a Cristo, y por tus obras nos enseñas a despreciar la carne como pasajera, y a cuidar del alma como inmortal. por eso, con los ángeles, se regocija tu espíritu, Venerable Nombre.

Kontaquio tono 2: Por amor al Señor, Venerable, has despreciado el deseo del descanso, iluminando tu alma con ayunos has vencido poderosamente a las fieras, y has anulado el furor de los adversarios.

A VARIAS MONJAS

Tropario tono 2: Con verdadero anhelo, fuisteis desposadas con El, vosotras gloriosas de Cristo, despreciando la unión de los esponsales temporales. Creciendo en hechos virtuosos, habéis ascendido a las alturas de la incorruptibilidad. Vosotras que sois hermosas en el alma y de grandes riquezas, columnas y reglas de las monásticas. Rogad pues sin cesar por los que con amor celebramos vuestra memoria.

Kontaquio tono 2: Agotados vuestros cuerpos con ayunos y rogando al Creador con vigilias y oraciones para obtener el perfecto perdón de vuestros pecados, habéis ganado la remisión divina y el reino de los cielos. Rogad por todos nosotros a Cristo Dios nuestro.

 

A UNA MUJER MARTIR

 Tropario tono 4: Tu corderilla N., Jesús, te clama en voz alta, te anhelo, Novio mío, y buscándote contiendo y soy crucificada y enterrada en el bautismo y por ti sufro, para poder reinar contigo. Muero por ti para vivir en ti. y como sacrificio sin mancha acéptame a mi que con anhelo me sacrifico. por sus intercesiones, Compasivo, salva nuestras almas.

Kontaquio tono 4: Tu divina memoria, N., apareciendo hoy, amanece sobre el mundo como el sol, contando tu vida, porque tú, por abstinencia, has anulado las agitaciones de la carne, y por medio de la sangre del sufrimiento fuiste desposada a Cristo. Libértanos pues de todo mal a los que te alabamos, a fin de que te clamemos, Salve, Madre venerada.

A UN CONFESOR

 Tropario tono 8: Preceptor de la Ortodoxia, Maestro de la piedad y de la pureza, Luz del mundo, Adorno de los sacerdotes inspirado de Dios, tú que eres sumamente sabio, Nombre, Flauta espiritual, que has iluminado a todos por tus enseñanzas, ruega a Cristo Dios nuestro que salve nuestras almas.

Kontaquio tono 2: Habiéndote deleitado en la abstinencia, tu que eres divinamente sabio, apaciguaste los deseos carnales, revelando tu crecimiento en la fe, floreciste como el árbol de la vida en el Paraíso, Nombre, Padre santo.

A LOS INMERCENARIOS

 Tropario tono 8: Santos inmercenarios y milagrosos, mirad sobre nuestras enfermedades, y puesto que de gracias recibisteis, de gracias dadlo.

Kontaquio tono 2: La gracia de curar habéis recibido, dad pues la salud a los necesitados, Médicos gloriosos y milagroso; por vuestra visitación abolid la arrogancia del enemigo y sanad al mundo por vuestros milagros.

A UN NECIO POR CAUSA DE CRISTO

 Tropario tono 1: Habiendo oído la voz de tu Apóstol Pablo que decía, somos necios por causa de Cristo, tu siervo, Cristo Dios, por amor tuyo se hizo necio en la tierra. Honrando pues su memoria, te rogamos, Señor, que salves nuestras almas.

Kontaquio tono 8: La belleza más alta anhelando, has abandonado los placeres corporales celosamente, viviendo como los ángeles, no ganando las cosas del mundo vano, finaste, Bienaventurado Nombre, con ellos. Ruega sin cesar a Cristo Dios por todos nosotros.

A LOS CONCILIOS DE LOS SANTOS PADRES

 Tropario tono 8: Glorioso eres, Cristo Dios nuestro, porque has puesto a nuestros Padres como luminares sobre la tierra, y por ellos nos has guiado a la verdadera fe. Tu que eres compasivo, gloria a ti.

Kontaquio tono 8: La predicación de los Apóstoles y la doctrina de los Padres han sellado la única fe para la Iglesia, y vistiendo el ornamento de la verdad tejido de teología que es de lo alto, ordena y glorifica el misterio de la piedad.

A TODOS LOS SANTOS

 Tropario tono 4: Por todo el mundo, como de biso y de púrpura, se ha adornado tu Iglesia de la sangre de los mártires, y por medio de ellos te clama, Cristo Dios, envía tu compasión sobre tu pueblo, da paz a tu dominio y a nuestras almas grande misericordia.

Kontaquio tono 8: Como primicias de la naturaleza al Sembrador de la creación, el mundo te ofrece, Señor, a los mártires portadores de Dios. Por sus intercesiones y por la Madre de Dios, conserva a tu Iglesia y a tu dominio en la paz profunda, Tu que eres grande en misericordia.

 

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SAN NICOLAS

6 DE DICIEMBRE

Tono 4:  La verdad de tus obras te mostró ante tu grey como canon de la fe, ejemplo de virtud, maestro de abstinencia; así como por la humildad obtuviste las alturas y por la pobreza las riquezas, oh padre y jerarca Nicolás, ruega a Cristo Dios que salve a nuestras almas.

 

LOS SANTOS APOSTOLES PEDRO Y PABLO

 

29 DE JUNIO

Tono 4:  Oh lideres de los Apóstoles y maestros de las naciones Pedro y Pablo, interceded ante el Todopoderoso, que conceda al mundo la paz y a nuestras almas la gran misericordia.

  

 

SAN JORGE

23 DE ABRIL

 

Tono 4:  Tú que eres libertador de los afligidos, defensor de los pobres, médico de los enfermos y soldado de los reyes, oh gran mártir San Jorge el victorioso, ruega a Cristo Dios que salve nuestras almas.

  

LOS SANTOS CONSTANTINO Y HELENA

21 DE MAYO

 

Tono 3:  Hoy, Constantino y su madre Helena presentan la Cruz, el muy venerable madero, que es ignominia para los judíos, pero para los fieles es arma contra sus enemigos, pues se nos apareció como admirable signo, temible en la guerra.

 

LOS SANTOS MARTIRES SERGIO Y BACO

7 DE OCTUBRE

Tono 3:  Reunámonos y coronemos con bellos cantos a los valientes mártires y hermanos en la fe, Sergio el fortalecido con el poder de la Santa Triniodad y Baco quien soportó las torturas, cantando a Cristo a Cristo el hacedor del mundo y creador de todo.

SAN LORENZO MARTIR , DIACONO DE ROMA

 10 de Agosto

Troparion, tono 3 : Espíritu candente, como el carbón encendido, eres tú el fuego que consume las espinas del error, Oh san Lorenzo mártir y arcidiácono de Cristo, cuyo perfume se elevó sobre las llamas, como  holocausto ofrecido a Aquél que te ha ennoblecido, pues conmemorarte es nuestro refugio contra los ataques del infernal  enemigo.

Kontakion tono 2: Con el fuego divino se encendió la antorcha de tu corazón, Oh Lorenzo, dejando en cenizas el ardor de las pasiones,


trofeo del atleta y teóforo, que por la fe clamaste: Ndie me separará del Amor de Cristo.

 

  

LA  GLORIA ES DE DIOS

 

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Libro de los sacramentos:

 Edit.: Obispo Alexander Mileant

Contenido:

Oraciones que preceden y siguen el Bautismo.

Sacramento del Bautismo y Confirmación.

El Sacramento de la Penitencia.

Rito Comunión de los Enfermos.

Sacramento de la Santa Unción.

El Sacramento del Matrimonio.

El Sacramento de la Imposición de Manos o Sacerdocio.

Servicios y oraciones especiales.

Oficio del Trisagio Fúnebre.

Oraciones el día de Pentecostés.

Oficio de la gran Santificación de las aguas en el día de la Epifanía.

Oficio de la Procesión y Adoración de la Santa Cruz.

Rito de la Bendición de una casa nueva.

Bendición de Comestibles el Día de Pascua.

Bendición de los Ramos el Domingo de Ramos.

Bendición de un Sepulcro Nuevo.

Breve Fórmula de Santificación del Agua.

Bendición de una Casa el Día de Epifanía.

Santificación de un Icono.

Bendición de Vehículos.

Bendición de cualquier Objeto.

Apólisis para todos los días de la Semana.

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Versión preparada por el  padre Juan bautista Vásquez Lazo ; con la colaboración de Alejandro Llano Berríos, y Luis Fernando Vásquez Moncayo.